Saturday, July 16, 2005

Un problema animal

Este, por si usted no lo sabía, es el blog del Toro. Si bien es viril y altanero, el Toro también tiene sus problemillas. Y cuando la naturaleza juega sus trucos viles, incluso el Rey de las Pampas puede tambalear. Ocurre que el Toro es un bicho fontal, directo, sabe lo que quiere y como conseguirlo. Ve rojo y avanza; sangra y se enfurece.
Pero de la nada surge una lobita (título autoimpuesto, habrá que creerle) que mueve el rabo de una forma un tanto inusual, más bien sugestiva, digna de una zorra (en el sentido animal, no seamos malpensados). El Toro, que no es de hierro y gusta de las carnes tiernas, compra el juego. Y zas... como en las corridas, para un lado, para el otro, una humillación directa a su potencia animal. No hay animal más orgulloso que el Toro, salvo el León, pero en realidad el León es medio amanerado, vive de la fama que le hicieron más que de su real violencia salvaje. En fin, la loba hace de zorra pero se pone el traje de torera y el Toro va y viene, perdido entre el polvo que se levanta, la multitud en silencio y su propia sangre derramada.
Cansado de que le saquen el cuero, el Toro enfila para otros pagos y decide salir a cazar como él sabe, cuernos al frente. Si la loba quiere hacerse la gata, es su problema. Al Toro le apetecen panteras, pero el mercado viene flojo y en su largo recorrido nocturno no aparece ni una pantera interesante, tampoco chitas, ni pumas, ni siquiera alguna gatita con aires de grandeza. Entonces el Toro, que es sólido pero adaptable, se busca algo a su medida. A ver... una gacelita, tal vez, dulce y liviana, fácil de digerir. El primer escenario es una sucesión de gacelitas inmaduras, que quieren señorearse ante los ojos de machos hambrientos, pero se les nota el corto trayecto y uno sabe que comerse a un animalito así es jugar sucio. Cambio de escenario; grata sorpresa: toda la sabana junta se sublevó e incluso la selva y el sotobosque se sumaron en descontrol alocado. El Toro, que ya tiene sangre en el ojo, decide ser gentil y cortés con una gacela milagrosa: a pesar de su tierno aspecto juvenil, está en la flor de la edad y allí el Toro se relame: esta gacela permite ser perverso sin salirse de la Ley. Fenómeno fascinante: el Toro y la gacela no logran comunicarse, prolongados diálogos se extienden entre ambos, pero ninguno sabe de qué habla el otro. A la fuerza entiende el Toro que la gacela parte a otras tierras, a otro bioma como el desierto, por algunos meses.
El Toro arrastra las patas, afila los cuernos y embiste. La gacelita, dulcemente, se despide, aclarando que tal vez a su vuelta el Toro y ella pueden hablar y entenderse. El Toro, sumido en su potencia animal de conquista, no escucha ni comprende esta sutil invitación y se pierde la ocasión de llevar a otro nivel a la gacelita. El Toro parte, acompañado de su fiel amigo la Hiena, quien es depositado en sus aposentos, aunque sin reirse.
El Toro hace una breve parada técnica a saludar a unos amigos del bosque, que a semioscuras juegan a la Copa. Abatido, pero sin reproches, el Toro vuelve a su caverna. Se deposita en un rincón oscuro a cubrir con el sueño la insatisfacción de otra noche sin conquistas. El Toro sueña que es Matador y que al menos una vez no tiene que conformarse con lo que hay, sino embestir a la presa que más le gusta, la presa a su medida.

5 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Mira vos... [silencio incomodo]... Che, tenes fuego?

7:58 PM  
Blogger Cadmo von Marble said...

¿Estas reclamando tu encendedor rojo con pinchitos?

12:11 PM  
Blogger Cadmo von Marble said...

Corrección: hubo un malentendido. El encendedor de pinchitos corresponde a otra persona. Nunca le será devuelto.

3:47 PM  
Anonymous Anonymous said...

El toro aqui responde mas infantilmente de lo que su grandeza y sabiduria animal le permiten realmente. Aparentemente, torito, todavia no dominas la femina tendecia (tambien infanto-juvenil) de ignorar para conseguir. Suerte en la proxima caceria!!

12:56 AM  
Blogger Cadmo von Marble said...

Saraband, ampliá tus enseñanzas. Yo soy un guerrero, no un poeta, y el arte del discurso me es a veces esquivo.

6:41 PM  

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