Nutrientes y deshechos
Para vos también es así, ¿no?
No te perdonás por ciertas cosas,
ves lo tuyo más dañado que lo de los otros
y no parás de cuestionarte por las decisiones tomadas.
Te preguntás si tiene sentido seguir esperando
a que pase algo, que algo diferente rompa el molde,
un evento inesperado, fortuito, un golpe de suerte,
un toque de distinción.
¿Lo tiene?
Mmmm.
Uno sigue adelante, sigue haciendo, siegue pensando, sigue viviendo.
¿Son ellos como nosotros?
¿Les basta con llevar el pelo igual que las revistas y con vestirse con lo que les dicen y con tener miedo a lo que les dicen que es temible para ser felices? ¿O saben en el fondo lo frágiles que somos, lo efímero de todo y lo difícil que es vivir en armonía con las cosas?
¿Sería posible, si todas las cortinas del pudor y del prejuicio cayeran, que ellos y nosotros hablásemos con franqueza de los obstáculos que la sociedad del espectáculo nos coloca en el paso? ¿Podríamos conversar sobre el miedo a la vejez, sobre los sueños caídos y sobre las presiones que otros nos imponen para que seamos lo que no queremos ser?
Al final, da igual.
Porque uno se aferra a lo que cree que vale, aún cuando todo se subasta a precios módicos.
El alcohol acaba siendo más un fin que un medio,
las mujeres aburren y no son más que piedras en el zapato
y toda la cultura no es más que un solo relato repetido ad infinitum.
Sólo queda cagar y comer.
Nutrientes y deshechos, sìntesis de la naturaleza humana contemporánea.
No te perdonás por ciertas cosas,
ves lo tuyo más dañado que lo de los otros
y no parás de cuestionarte por las decisiones tomadas.
Te preguntás si tiene sentido seguir esperando
a que pase algo, que algo diferente rompa el molde,
un evento inesperado, fortuito, un golpe de suerte,
un toque de distinción.
¿Lo tiene?
Mmmm.
Uno sigue adelante, sigue haciendo, siegue pensando, sigue viviendo.
¿Son ellos como nosotros?
¿Les basta con llevar el pelo igual que las revistas y con vestirse con lo que les dicen y con tener miedo a lo que les dicen que es temible para ser felices? ¿O saben en el fondo lo frágiles que somos, lo efímero de todo y lo difícil que es vivir en armonía con las cosas?
¿Sería posible, si todas las cortinas del pudor y del prejuicio cayeran, que ellos y nosotros hablásemos con franqueza de los obstáculos que la sociedad del espectáculo nos coloca en el paso? ¿Podríamos conversar sobre el miedo a la vejez, sobre los sueños caídos y sobre las presiones que otros nos imponen para que seamos lo que no queremos ser?
Al final, da igual.
Porque uno se aferra a lo que cree que vale, aún cuando todo se subasta a precios módicos.
El alcohol acaba siendo más un fin que un medio,
las mujeres aburren y no son más que piedras en el zapato
y toda la cultura no es más que un solo relato repetido ad infinitum.
Sólo queda cagar y comer.
Nutrientes y deshechos, sìntesis de la naturaleza humana contemporánea.
6 Comments:
solo se me ocurre decirte que luchemos,hagamos la utopia realidad!
no nos venceran!
un poco ilusa,
un poco piedra en el zapato
te libras de mi escaso feminismo que sinó...
ay toro como me gustaria conversar contigo!
Mujer, que yo siempre estoy abierto al diálogo. Pero dado que la nuestra sería una conversación intercontinental, será por aquí, o vía mail.
Por cierto: cadmovon@gmail.com.
Beso
es bueno abrir ventanas...
gracias.
te voy a contar lo que nos pasò la otra noche a mi y maria pero no nos mates.
fuimos al nuovo sacher, el cine de moretti, porque proyectaban "ecce bombo", una pelicula suya vieja y muy divertida. yo y maria estabamos en la segunda fila. al final de la pelicula entra el y se pone a leer paginas de su diario en el tiempo en que estaba rodando "caro diario". muy emocionante. despues, se queda ahi en el barcito donde estuvimos nosotros tambien, tomando una cerveza y charlando. pues no hablamos con el, porque no sabiamos que decirle, pero fue guapo. te juro que si hubiera tenido el teletransporte te habria llamado.
Jajajaja... me encanta Ecce bombo, es super fresca. La vi en una sala clandestina hace un par de años.
Y a mí también me daría miedo Moretti. Es muy irascible, se enoja si uno no usa zapatos o si no te gusta el waterpolo, incluso se enoja si no te gustan las tortas (de ahí el nombre del cine Nuovo Sacher, por la torta).
Gracias por la anécdota.
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