Thursday, October 16, 2008

Yo soy otros

Vos, vos que me odias, si logro que me creas estaré a salvo.
Escucháme, cada uno a lo suyo, ¿no? A mí me importaba un bledo el dinero, el amor. Yo quería ser un hombre, un duro. Yo aposté todo al mismo caballo. ¿Es posible que uno sea un cobarde cuando ha elegido los caminos más peligrosos? ¿Podemos juzgar a una vida por un solo acto?
Yo no soñé con el heroísmo, yo lo elegí.
Somos aquello que elegimos ser.

Ah... olvidar. ¡Qué infantilidad! Yo te siento hasta en mis huesos. Tu silencio me grita en las orejas. Podés inmovilizarte la boca, podés cortarte la lengua, ¿Y acaso eso te va a impedir existir? ¿Detener tu pensamiento? Yo lo escucho, hace tic tac como un despertador, y yo sé que vos escuchás el mío.
Estás en todas partes, los sonidos me llegan sucios porque vos los escuchaste antes.

Pensé noche y día de quién era la culpa, y cada vez que pienso sale una culpa nueva que se come a la otra; ¡pero siempre hay una culpa! Callar y quemarse es el castigo más grande que nos podemos echar encima. ¿De qué me sirvió a mí el orgullo y el no mirarte y dejarte despierta noches y noches? ¡De nada! ¡Sirvió para echarme fuego encima! Porque vos crees que el tiempo cura y que las paredes tapan, y no es verdad, no es verdad. ¡Cuando las cosas llegan a los centros no hay quién las arranque!

Todo está acabado… y sin embargo, con toda la ilusión perdida, me acuesto, y me levanto con el más terrible de los sentimientos, que es el sentimiento de tener la esperanza muerta. Quiero huir, quiero no ver, quiero quedarme sereno, vacío (¿Es que no tiene derecho un pobre hombre a respirar con libertad?). Y sin embargo la esperanza me persigue, me ronda, me muerde; como un lobo moribundo que apretara sus dientes por última vez.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

me siento ahora como
cuando acabo de leer poesia
en paz con el mundo...

5:59 AM  

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