La puerta abierta
Mi computadora llevaba muerta varios meses. No desmayada, ni dormida, ni siquiera distraída. Muerta. Recuerdo la desilusión y la culpa vaga que me invadieron cuando descubrí que la garantía había vencido algo menos de un mes antes. Me sentí estafado y presa de una conspiración, convencido de que esos canallas que la habían fabricado habían predestinado su fin prematuro justo después del vencimiento de la cobertura gratuita ante todo mal. Sí, el culpable de no haber comprado el Apple Care fui yo, pero ellos sabían que yo sería tan descuidado de no comprar la extensión de garantía y, de algún modo, eso me eximía de todo mal.
Mis mejores líneas salieron de esta Mac iBook modelo 2005, blanco sobre blanco, G4 para más señas particulares. Mis nostalgias y euforias en Barcelona, mis derrames emocionales y mis turbulencias porteñas, mis amores inflados y mis desamores sibilantes (sibilantes, sí, como esos neumáticos pinchados que hacen uuuiiiiiiii mientras dejan escapar su aire y mueren). Todo salió más o menos de acá. Creo que hasta abandoné este blog desde acá.
Hace unas semanas que mi Mac volvió a la vida. Milagrosamente, diría, contra todo pronóstico o sentido. Decidido a no invertir en un arreglo desmedidamente grande y convencido de que no necesitaba una nueva, dejé a este viejo aparato gentil reposar en su olvido, como un objeto de decoración gratuito, exhibicionista y atroz.
Sin embargo, luego de dejarla dormir varios meses, de permitirle purgar su mal interior, ella volvió.
Y, así, también vuelvo yo. No sé cómo, ni por cuánto tiempo, no sé casi nada.
Pero aquí estoy. Calladito, humilde... y escribiendo.
Gracias.
Mis mejores líneas salieron de esta Mac iBook modelo 2005, blanco sobre blanco, G4 para más señas particulares. Mis nostalgias y euforias en Barcelona, mis derrames emocionales y mis turbulencias porteñas, mis amores inflados y mis desamores sibilantes (sibilantes, sí, como esos neumáticos pinchados que hacen uuuiiiiiiii mientras dejan escapar su aire y mueren). Todo salió más o menos de acá. Creo que hasta abandoné este blog desde acá.
Hace unas semanas que mi Mac volvió a la vida. Milagrosamente, diría, contra todo pronóstico o sentido. Decidido a no invertir en un arreglo desmedidamente grande y convencido de que no necesitaba una nueva, dejé a este viejo aparato gentil reposar en su olvido, como un objeto de decoración gratuito, exhibicionista y atroz.
Sin embargo, luego de dejarla dormir varios meses, de permitirle purgar su mal interior, ella volvió.
Y, así, también vuelvo yo. No sé cómo, ni por cuánto tiempo, no sé casi nada.
Pero aquí estoy. Calladito, humilde... y escribiendo.
Gracias.
7 Comments:
Hola toroooo, welcome back
Por fin volvió cadmo! Valía la espera. Increíble. Y eso que no te tenía en le lector de feeds, eh... Que nos e corte...
Deleitenos toro!!!
Ja, estoy emocionado! Gracias por leer, muñequines.
Junio 2008 es buen mes para volver a escribir se ve. Bienvenido al ruedo again.
me has alegrado tanto el dia,
tanto tanto...
no sabes cuanto le he echado de menos...
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