Thursday, June 22, 2006

Yo soy el camino, coño

Asumo que lector tiene tantos problemas como todo el mundo. Yo también los tengo, y uno tiende a pensar que son miles todos los días y que se suman más preocupaciones a cada día que pasa. Pero también descubrí una forma fácil y eficiente para reunir todos esos problemas en un solo o, a lo sumo, dos. Todo se resume en dos preguntas:

1) ¿Para qué?
2) ¿Cómo se puso todo tan complicado?

Una vez definidos estos asuntos, podemos proseguir a responder a estas preguntas.

1) Preguntarse por la utilidad de una acción es casi lo mismo que preguntarse por su sentido. Y se los digo: no importa en qué están pensando, no vale la pena. Háganlo para matar el tiempo, pero sepan que no vale la pena, ergo, no tiene sentido. ¿Para qué hacer las cosas? Excelente pregunta que nunca tiene respuesta válida. Las cosas se hacen o no se hacen, pero optar por una o la otra cosa, a la larga, no implica ninguna diferencia.
2) Pregunta acertada e imposible de responder. Aunque uno haga algo o no haga nada, las cosas se complican. Siempre. Cuando hace lo correcto, se complican. Cuando se equivoca, como era de esperarse, se complican. Con la suerte a favor, con la surte en contra, con ayuda o con muchos enemigos, las cosas se complican. Y, como no podía ser de otra manera, el momento en que uno se pone a reflexionar sobre el tema es el instante en el que uno se da cuenta de que ya no hay vuelta atrás o solución posible.

Ahora bien, es evidente que mi simplificación de la realidad no resuelve nada. Exacto. Las cosas no se resuelven. Esa es la solución a tus problemas, lector, sean los que sean: aprende a aceptar que las cosas no van a mejorar, ni empeorar, ni nada. Déjate estar, renuncia a todo lo que puedas, deja de interesarte, deja de preocuparte, deja de hacer todo lo que haces y no hagas nada más. Dejarse llevar en el sentido más pasivo posible.
Y siempre con una sonrisa, no hay nada de que avergonzarse o razón para sufrir.
Ahogarse en el río de la ignorancia y del vacío debe ser exquisito, el verdadero significado de lo sublime.

7 Comments:

Anonymous Anonymous said...

la marca de tu mordedura en mi brazo toma forma de botella de vodka y yo vomito.

quiero saber si anoche follásteis todos con todos. si es que no, no quiero saber nada.

9:47 AM  
Anonymous Anonymous said...

¡Guido! Seguro que cuando reencuentres el amor pensarás de otra manera.

Me encantó tu visita ayer con tu camisa estelar.

11:30 AM  
Blogger Cadmo von Marble said...

No, Adri, nadie folló con nadie. Si eso realmente pasara, yo no escribiría este tipo de posteos. Y, otra cosa: creo que me dejaré nuevamente la barba pero cuando me rape.
Fue un gusto, David Martín, pero mis camisas estelares no me consiguen chicas. Que tengas mejorías.
Hasta otra, nens.

2:47 PM  
Anonymous Anonymous said...

rapado y con barba, un gran acierto, ardemos en deseos de que folles con ése look y de follar nosotros también (sequiaaaaa)

6:39 PM  
Anonymous Anonymous said...

no entiendo porque si la sequia es generalizada, no lo arreglamos entre todo

7:05 PM  
Blogger Cadmo von Marble said...

!!!!
Oigo una buena propuesta de la Sta. Yolanda.
Todo aquél que esté a favor de la propuesta, levante la mano.

8:21 PM  
Anonymous Anonymous said...

(estoy levantando todos mis miembros del cuerpo, nadie lo ve?)

7:12 AM  

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