Sunday, August 06, 2006

Una más entre tantas ficciones tristes

El estaba mirando atentamente a la curva sensual que sus piernas dibujaban entre la falda cuando ella estalló en una carcajada, motivada por un comentario ajeno, y en ese momento él pensó que no recordaba haber visto algo más hermoso, o algo más extraordinario o algo de cualquier tipo, en cualquier circunstancia posible. Pensó que probablemente no le alcanzaría el universo entero ni la tecnología toda ni la imaginación más extensa para capturar ese momento con la potencia que estaba ocurriendo y que, mejor aceptarlo de entrada, no tenía ninguna posibilidad de abarcarla a ella en toda su complejidad, en toda su extensión, en su globalidad.
Ese es, asumo, el significado del amor, pensó. Quiero pero no puedo, no me alcanza, no es suficiente, no basta, deseo más. En ese "no logro sacarte todo el jugo que quisiera" hay mucho más que deseo, se dijo. Allí reside el sentido más puro del Amor, en que esa mujer es súbitamente todas las mujeres, el arquitipo que resume a la vez todas las virtudes y todos los defectos de la femineidad.
Fue un segundo nada más el tiempo que bastó para que ella hiciera un giro de cabeza erróneo, una pitada al cigarro demasiada grosera, un chiste a destiempo o la incapacidad de reconocer un gesto íntimo. El no lo supo, o no quiso saber, pero el golpe del cambio lo aturdió como una estereofonía asesina. Algo había quebrado el equilibrio universal, el balance de las cosas. Las moléculas eran las mismas, los tejidos habían permanecido invariables y era de esperarse que la unión entre neuronas conservara su curso, pero ella ya no era la misma, no al menos ante los ojos de él.
Si no está en ella, se dijo él, está en mí. El amor está en mí, escondido en mi mente, esperando a ser asignado.
Qué triste, reflexionó, si a fin de cuentas amar fuera sólo un juego solitario, una mentira a uno mismo, una ficción de dos.
Quiso retroceder los pasos y volver al idilio, pisar firme en tierra conocida y actuar como si aún fuese maestro de un dominio que le había sido entregado.
Discretamente, se levantó y caminó hacia la sala, como si se dirigiese al baño. Ella interpetó este movimiento como una ausencia temporaria y la leve caricia que él estampó sobre su rodilla enfatizó la sensación, pero ni bien había terminado de recorrer la distancia de la sala él se dirigió hacia la puerta de salida, llamó al ascensor y ella nunca más volvió a saber de él.


(Esta breve pieza es ficcional y cualquier semenjanza con la vida de alguno de los lectores es pura coincidencia. Ningún animal resultó herido en el proceso de su realización).

3 Comments:

Blogger selrak said...

"Qué triste, reflexionó, si a fin de cuentas amar fuera sólo un juego solitario, una mentira a uno mismo, una ficción de dos."

Solitario no és, pues alguien que no sea yo necesito para que se manifieste.
Mentira a uno mismo, cuando es un sentimiento, es tan válido cómo la mas pura verdad
Una ficción de dos que se construye y se destruye cada dia, con cada mirada, con cada gesto... es hermoso

4:04 AM  
Anonymous Anonymous said...

amor cosa de uno y de su cabeza, es obvio. el amor platónico es el mejor y el peor a la vez porque conocer a la persona nos devuelve a la vida real pero destruye la imagen que teníamos en mente de ésta. MIERDA.

ya decían los Smiths "the more you ignore me, the closer I get". y así en todo en la vida.

TE ACABO DE CONTESTAR AL SMS, quedamos mañana para perrear con carlotte y mery? o cuando sea, yo el finde estoy fuera. cuando te vas?

abrasotes y tamborsotes

1:28 PM  
Anonymous Anonymous said...

me notifican que NO HA SIDO POSIBLE EL ENVÍO DEL SMS. ando arrastrada de saldo. bueno lo dicho, cuando queráis.

1:32 PM  

Post a Comment

<< Home