Saturday, January 27, 2007

Segunda oportunidad

Es de saber popular que la adolescencia y el amor son fenómenos contradictorios. El período que dura el colegio secundario está plagado de amores imposibles, de frustraciones sentimentales y de acciones que uno debería haber emprendido y jamás pudo. En pocas palabras, uno va aprendiendo cómo resolver ciertos amoríos cuando termina el colegio y hace lo que puede con las cuentas pendientes que han quedado de esos años difíciles.
Ocurren cada tanto felices coincidencias que pronto se configuran como una segunda oportunidad. La noche era calurosa y la densidad de la humedad lo impregnaba todo. Teníamos mucha cerveza y poco que hacer. Nadie recuerda exactamente cómo, probablemente se inició con los Ramones. Subimos el volumen, acabamos nuestros vasos de cerveza y comenzamos a saltar. Casi espontáneamente, de un modo juvenil. Nos calzamos los anteojos negros, nos sacamos las remeras y practicamos el mítico "pogo", ritual que consiste en saltar y golpearse al ritmo de la música. Recuerdo haber pensado que debían hacer diez años desde la última vez en que había hecho pogo por última vez. Había energía adolescente en el aire, mientras Ramones abría paso a AC/DC, luego a Guns ´n Roses, Metallica y así sucesivamente.
En plena instancia de euforia, salimos al balcón a sentir un poco la brisa fresca que le sigue a las lluvias. En uno de los balcones del piso inferior había una pequeña reunión de gente. Y, entre ellos, la ví. Impulsado por el alcohol y por el desparpajo de la danza tribal, no me contuve. Semidesnudo, sudado y exultante, le dirigí la palabra.
"¡Yo te conozco!", grité.
"¿En serio?", dijo ella.
"Sí, sos Josefina", expliqué y pasé a presentarme, ante su sonrisa de sorpresa.
Mantuvimos un diálogo breve y superficial y luego volví al interior. Pero aquello no podía quedar así, porque si uno vuelve a toparse con un viejo amor frustrado de la secundaria es porque algo tiene que pasar. Tomé a Federico y al Doc de las mangas y los arrastré al piso de abajo conmigo. Golpeamos la puerta y nos dejaron pasar. Salimos al balcón y nos sumamos al diálogo de las chicas, todo muy grupal. Tomamos unas copas y volvimos a subir.
Pero eso tampoco había sido suficiente. Ni siquiera había logrado hablar a solas con ella.
"No tengo nada que perder", pensé. Y volví a bajar, esta vez solo.
Golpée la puerta, la dueña de casa me miró con extrañamiento y, ante su duda, respondí:
"Tengo algo que hacer, permiso".
Las otras tres chicas estaban sentadas en sillas, dialogando apasiblemente. Me miraron llegar y, antes que pudieran decir algo, me acerqué a Josefina, me arrodillé para estar a su altura y la miré muy fijamente.
"Quería decirte que... yo estaba enamorado de vos en segundo año. Y no quería dejar pasar esta oportunidad de decírtelo."
Se quedó en silencio, visiblemente impactada.
"De hecho", continué, "fui a un campamento al que fue muy poca gente porque tenía ganas de verte".
Su silencio se quebró.
"¿Y por qué no me lo dijiste entonces?"
Yo sonreí y pronuncié una de esas justificaciones que uno muchas veces piensa pero nunca dice.
"Porque era un niño".
Entonces, ante el silencio general y la mirada atenta de las demás chicas, me levanté. La tomé del hombro y acoté:
"Bueno, eso era todo lo que quería decir".
"Guau", dijo una de las chicas.
"Qué valiente", dijo otra.
"Sí, con nosotras adelante", completó la tercera.
Caminé hasta la puerta, la abrí y, justo antes de irme, voltée.
"Por cierto, Jose... ¿Crées que ahora es demasiado tarde?".
Una última dosis de osadía antes de abandonar la escena.
"Ahh... qué pregunta", fue su respuesta.
Un paso más lejor, no podía no usar toda la artillería una vez que estaba en el campo de batalla.
"Bueno, de última ya sabés... soy amigo del vecino de arriba".
Cerré la puerta y volví junto a mis amigos, para narrar los hechos y celebrar el cierre de un capítulo pendiente.
Ella no subió, claro, aunque luego me enteré de labios de la dueña de casa que el shock todavía le duraba cuando se fue. Yo mismo la ví irse desde el balcón de Mariano, su figura desvaneciéndose entre las sombras de la calle. Puede ser que no esté tan linda como era, o que mis gustos hayan cambiado a tal punto que de conocerla hoy puede que pasara de largo; pero todo eso es irrelevante. Mentiría si no admitiera que la idea de concretar una deuda del secundario me llena de adrenalina y de sana nostalgia y que no dudaría por nada del mundo en tener un affaire con ella, cuanto más torrentoso mejor.
¿Qué más podía pedirle a la noche? Me regaló un resfrío y un severo dolor de garganta, pero créanme cuando les digo que eso es lo de menos.

12 Comments:

Blogger Cadmo von Marble said...

Son un público horrible, gente. No puede ser que uno tenga que mendigar así por un comentario. Si sé que pasan por aquí (para eso sirve el contador de visitas), hablen. Es como una clase, en la que siempre hablan los mismos alumnos. El alumno silencioso siempre guarda una sabia verdad que el profesor jamás escuchará.
No es que yo enseñe o nada parecido. Pero hablen, joder, que no me gustan los monólogos.

6:26 AM  
Anonymous Anonymous said...

Muy valiente de tu parte. Tal vez el alcohol te haya ayudado, pero en mí no surte los mismos efectos.

Te felicito por lo que hiciste, realmente requiere mucha valentía.

Me pasó algo parecido pero no con una chica del secundario sino con una de la facultad. Sólo que yo en su época sí me declaré pero no resultó porque tenía novio.

Hace unos meses viajaba en colectivo y ella se subió y había un solo asiento disponible: justo el que estaba al lado mío. No sé si me reconoció pero se sentó a mi lado. Evité mirarla. Era ella, con el pelo más corto y con esos ojos cargados de quién sabe qué; tal vez un poco más oscuros.

Pero no me atreví a decir nada. Me mantuve en silencio todo el viaje hasta que me bajé. No sentí las mismas palpitaciones que el día en que me declaré pero esa historia inconclusa al menos en mí me seguía persiguiendo, intrigado por el qué hubiera pasado.

Pero no. Me mantuve callado y no dije nada. Sí, la sigo recordando pero ya con otra mirada.

Ticiana: si me hubieses dado bola, vaya uno a saber qué habría sido de nosotros.

12:49 AM  
Blogger Cadmo von Marble said...

Hombre, nos movemos en círculos no tan amplios, las posibilidades de reencuentro siempre están. Pero ahora ya sabés: la próxima no hay excusa. Cojones y acción.

1:20 AM  
Anonymous Anonymous said...

que bello! napoleón que bello!

ficcion ó realidad nunca sé con ud.

8:17 AM  
Anonymous Anonymous said...

exacto!hagan el favor sean más par-
ticipativos caray!
tal vez sea complejo de no estar a tu altura,tal vez.

8:23 AM  
Anonymous Anonymous said...

muy bonito lo que le sucedió a la chica.
muy bonito tratandose de tí.

que hubiera pasado sin alcohol,de dia y en un autobus
seguramente,nada.

8:31 AM  
Anonymous Anonymous said...

Llegue aqui por el azar del señor director de rockers...

Lo que acabo de leer conmueve, las cuentas pendientes son sogas del pasado. Genial que hayan sido cortadas.

Mis eternos respetoa al toro.

3:19 PM  
Blogger Unknown said...

yo tuve una relacion de 3 años en la facultad, y les admito que si algun dia volviese a encontrarme a esa mujer, seguramente volveria a caer en sus brazos aunque nuestra relacion fue dura...la queria, la quiero y la querre siempre, era mas joven y cometi muchos errores, que ahora seguramente no volveria a cometer, por eso le doy las gracias...gracias porque la proxima vez que me enamore no volvere a cometerlos...

gracias Carol..

9:04 PM  
Anonymous Anonymous said...

sintiempodeleerte sólo te digo, que te esperamos, en el soporte que sea, cariño.

mua desde el frío barcelonés, quiero vivir en un país tropical lleno de pantallas de cine y de calimocho.
te amo!

3:03 PM  
Blogger Cadmo von Marble said...

Yoli, nena... qué gusto que vengas siempre de visita a mi espacio virtual. Confirmado, este año voy, llegaré para la primavera plena.
Besote

4:11 PM  
Anonymous Anonymous said...

olé tus huevos!

6:37 AM  
Anonymous Anonymous said...

bonita la historia.
y si detallas como era y como la viste esa noche?
no sueles describir a las personas
y me parece un buen ejercicio

8:37 AM  

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