No puedo más con todo esto
La estúpida e inevitable manía de odiar todo, desconfiar de todo y pensar que siempre va a ser mejor.
Soy como un nene de 5 años, nunca lo voy a superar. No quiero. No quiero todo esto que pasa. Prefiero morirme a vivir toda esta decadencia de la cual jamás podría salir, pasase lo que pasase. Nunca nada está a la altura.
Ayer todo salió mal. Fui a la costanera a comer un sangüich de bondiola y le puse picante pensando que era morrón, no sentí el sabor de la bondiola. Después no había donde sentarse, entonces me paré al lado del río, pero se me cayó la coca y, al abrirla, me empapé de líquido pegajoso. Me quedó un tercio, que sirvió para atenuar el picante en mi boca, pero se volvió a caer y me lo tomé con tierra. Después di marcha atrás con el auto y fallaron los frenos, por lo que choqué a un Fiat Spazio y vino toda una familia a putearme. Yo pedí perdón, pero la dueña me decía que no había nada que ella pudiera hacer con eso, y que encima su auto había chocado al de atrás, que "es de gente rara". Pedí perdón a todos y al rato se alejaron y se quedaron riendo entre ellos, no sé de qué. El tipo que vendía las bondiolas tuvo buena onda y me dio detergente para lavarme las manos y servilletas. Después me fui a llevar el auto a la casa de mis papás y tuve que cancelar un ensayo, al que igual no tenía ganas de ir. Terminé discutiendo con mis papás y yo diciendo que odio a la vida, y que odio que esté todo destinado a ser tan mediocre y que me odio a mí mismo por haberme traído a este lugar en el que estoy que no sé cual es pero no me gusta.
Me preguntaron si el problema era el amor, si era esta chica nueva que estoy viendo, y dije que no, que eso no existe, que eso es lo de menos porque es una mierda de entrada, y que no solo yo estoy mal, que todos están mal con eso, hasta mi amigo de la noche anterior que señalaba a su novia modelo uruguaya y me decía que no entendía por qué si ella es divina él no está entusiasmado con ella. Y yo le decía que la deje, que suficiente es tener que tolerarse a uno mismo como para además tener que tolerar a los demás.
La noche anterior, en la fiesta, una imbécil intelectualoide pensó que yo era un chongo sin pensamiento y tuve que ponerla en su lugar. La pelotuda quería que yo me la cogiera y ya, pero cometió el error de ponerme a prueba. Entonces la humillé, y después sentí pena por ella, y después la desprecié. Que te coja cotro gil, imbécil, andá a leer El Capital en alemán y a Chejov en ruso, qué carajo me importa. Cuanta gente imbécil que hay en el mundo. Le dije que la intelectualidad hay que racionarla, porque si la usas todo el tiempo sos insoportable. "Sos muy chiquito", me dijo. Sí, nena, muy chiquito pero me cojo a minas de treinta, así que si querés que te atienda... se alejó. Cuando los imbéciles perdieron las llaves y no se podía salir, me trepé a los techos, pero después me di cuenta que eran dos pisos de altura y que me iba a matar. Al final despertamos a la vecina, pobre mujer, a las cinco de la mañana despertada por retrasados mentales que no pueden salir...
A la noche fui a comer a Bangalore y pedí una hamburguesa con queso azúl y panceta con una cerverza Kolsh, pero la moza me dice que no hay ninguna de las dos. Basta, esto es demasiado: ¿No hay hamburguesa? Yo que quería ahogar las penas en 250 gramos de carne gorda... Cuando quiero volver a pedir ya no me ve, no aparece, quiero golpear todo y romper todo, como mis gatos, a los que encuentro hoy a la mañana destrozando a un rollo nuevo de papel higiénico.
Después se me pasa, tanto esfuerzo mental me cansa. Y hoy, que es lunes, mando a todo a la mierda: este trabajo de mierda que no quiero hacer, esa mujer que al final es igual que todas las demás, todo, todo lo que me sostiene en este mundo de fantasía, me harta todo, no me salva ni el café de media mañana ni los puchos en los balcones, estoy pensando qué opciones tengo para no tener que tolerar a este mundo de imbéciles, manejado por imbéciles, perverso, enfermo, cruel, triste, imposible, todo imposible, hay que ser imbécil para pegarla y yo pienso demasiado y la gente que piensa demasiado siempre sufre y basta, por favor, basta, dame un respiro, dame un respiro....
Soy como un nene de 5 años, nunca lo voy a superar. No quiero. No quiero todo esto que pasa. Prefiero morirme a vivir toda esta decadencia de la cual jamás podría salir, pasase lo que pasase. Nunca nada está a la altura.
Ayer todo salió mal. Fui a la costanera a comer un sangüich de bondiola y le puse picante pensando que era morrón, no sentí el sabor de la bondiola. Después no había donde sentarse, entonces me paré al lado del río, pero se me cayó la coca y, al abrirla, me empapé de líquido pegajoso. Me quedó un tercio, que sirvió para atenuar el picante en mi boca, pero se volvió a caer y me lo tomé con tierra. Después di marcha atrás con el auto y fallaron los frenos, por lo que choqué a un Fiat Spazio y vino toda una familia a putearme. Yo pedí perdón, pero la dueña me decía que no había nada que ella pudiera hacer con eso, y que encima su auto había chocado al de atrás, que "es de gente rara". Pedí perdón a todos y al rato se alejaron y se quedaron riendo entre ellos, no sé de qué. El tipo que vendía las bondiolas tuvo buena onda y me dio detergente para lavarme las manos y servilletas. Después me fui a llevar el auto a la casa de mis papás y tuve que cancelar un ensayo, al que igual no tenía ganas de ir. Terminé discutiendo con mis papás y yo diciendo que odio a la vida, y que odio que esté todo destinado a ser tan mediocre y que me odio a mí mismo por haberme traído a este lugar en el que estoy que no sé cual es pero no me gusta.
Me preguntaron si el problema era el amor, si era esta chica nueva que estoy viendo, y dije que no, que eso no existe, que eso es lo de menos porque es una mierda de entrada, y que no solo yo estoy mal, que todos están mal con eso, hasta mi amigo de la noche anterior que señalaba a su novia modelo uruguaya y me decía que no entendía por qué si ella es divina él no está entusiasmado con ella. Y yo le decía que la deje, que suficiente es tener que tolerarse a uno mismo como para además tener que tolerar a los demás.
La noche anterior, en la fiesta, una imbécil intelectualoide pensó que yo era un chongo sin pensamiento y tuve que ponerla en su lugar. La pelotuda quería que yo me la cogiera y ya, pero cometió el error de ponerme a prueba. Entonces la humillé, y después sentí pena por ella, y después la desprecié. Que te coja cotro gil, imbécil, andá a leer El Capital en alemán y a Chejov en ruso, qué carajo me importa. Cuanta gente imbécil que hay en el mundo. Le dije que la intelectualidad hay que racionarla, porque si la usas todo el tiempo sos insoportable. "Sos muy chiquito", me dijo. Sí, nena, muy chiquito pero me cojo a minas de treinta, así que si querés que te atienda... se alejó. Cuando los imbéciles perdieron las llaves y no se podía salir, me trepé a los techos, pero después me di cuenta que eran dos pisos de altura y que me iba a matar. Al final despertamos a la vecina, pobre mujer, a las cinco de la mañana despertada por retrasados mentales que no pueden salir...
A la noche fui a comer a Bangalore y pedí una hamburguesa con queso azúl y panceta con una cerverza Kolsh, pero la moza me dice que no hay ninguna de las dos. Basta, esto es demasiado: ¿No hay hamburguesa? Yo que quería ahogar las penas en 250 gramos de carne gorda... Cuando quiero volver a pedir ya no me ve, no aparece, quiero golpear todo y romper todo, como mis gatos, a los que encuentro hoy a la mañana destrozando a un rollo nuevo de papel higiénico.
Después se me pasa, tanto esfuerzo mental me cansa. Y hoy, que es lunes, mando a todo a la mierda: este trabajo de mierda que no quiero hacer, esa mujer que al final es igual que todas las demás, todo, todo lo que me sostiene en este mundo de fantasía, me harta todo, no me salva ni el café de media mañana ni los puchos en los balcones, estoy pensando qué opciones tengo para no tener que tolerar a este mundo de imbéciles, manejado por imbéciles, perverso, enfermo, cruel, triste, imposible, todo imposible, hay que ser imbécil para pegarla y yo pienso demasiado y la gente que piensa demasiado siempre sufre y basta, por favor, basta, dame un respiro, dame un respiro....
3 Comments:
no pensaste en volver a viajar? Se te notaba más nostálgico pero tmb tranquilo en los posts de esa época...
Siempre, pero no puedo abandonar a la alienación. Es la que me define...
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