Esto y eso

Hoy me desperté a las 9:49 habiendo puesto el despertador a las 9:15, pero no me importó, porque vivo a dos cuadras de mi trabajo y ya me había bañado ayer a la noche. Decidí que, en vez de entrar a las diez, iba a entrar a las diez y media, porque hoy los dueños se juntaban fuera de la productora a discutir sobre futuros proyectos. Fui al supermercado de los chinorris y compré provisiones, desayuné junto a los gatos que, una vez que habían comido, me empezaron a mirar y a maullar de a ratos, como pidiendo atención por cierto tiempo. Solo en la oficina vacía, me dediqué toda la mañana a mirar capítulos de Freaks and Geeks en Youtube, después vi un pedazo de Zack and Miri make a Porn y, al final, justo antes de almorzar, mandé unos mails a los jefes explicando cómo estaba, supuestamente, avanzando con los proyectos que se vienen.
Me tomé una hora para comer en una parrilla, la lado mío estaba el Loco Gatti. Miramos juntos el partido entre Murray y Roddick y él no paró de putear a Murray. Dále, Roddick, matálo, gritaba Gatti. Yo me terminé la entraña, me tomé un café y volví a la productora. Estuve viendo goles de Huracán y leyendo un poco sobre San Francisco de Asís hasta las tres de la tarde, cuando llegaron los jefes. Ahí simulé con cara de preocupación que leía los mails. Me tiraron tres proyectos nuevos para presentar a diferentes canales y me tomé las tres horas finales de la jornada a investigar sobre fuerzas paramilitares en Latinoamérica. Después corregí unos informes que ya estaban hechos y los mandé. Supongo que eso sí es trabajar, pero no si lo comparamos con cargar bolsas en el puerto.
Ahora están viendo un material que tienen que entregar sobre un proyecto en el cual yo no participo, así que supongo que me voy a ir. Recién me tomé un mate cosido en la cocina y una de las secretarias me preguntó por qué nunca habíamos hablado. "Te tienen encerrado allá al fondo", me dijo, y yo solo asentí, como diciendo con las cejas "no sabés como me hacen laburar".
Ahora me voy a mi clase de trompeta.
No es una mala vida, la verdad, aunque si pudiera elegiría otra cosa. No sé, de haber podido elegir, hoy habría paseado por alguna ciudad europea con el sol del verano en la cara, habría conocido a alguna rubia sonriente en un museo, la habría invitado a tomar un café y luego a algun departamento con ventanales amplios y hubiésemos paseado, sin pensar en comprar ni en consumir ni en invertir, sino en estar. Habría escrito un cuento en una libreta prestada, habría escuchado a alguna banda al aire libre en un escenario improvisado y me hubiese echado a dormir en una plaza. No sé, habría creído en Dios y en la belleza de las cosas, me habría mirado al espejo y sentido respeto por mí mismo, me habría quedado encandilado por la belleza de todas las mujeres y de las maravillas del mundo, y habría abrazado a todo, a todos, sin perder el tiempo con especulaciones mentales.
Pero bueno... la vida es esto, no es eso. Al menos para gente como yo, la vida es esto. Uno sueña, como todos, pero los sueños no se cumplen todo el tiempo, incluso para la gente más afortunada. Hoy mato el tiempo en una oficina, mañana tendré amor. Una de cal y una de arena.