Archivo personal. Pensamientos recurrentes. Línea de tiempo fluctuante.

1) Todas las películas, ninguna película. La idea, las ideas, la gran idea. La narración, la no narración, la anti-narración. Lo personal, lo vendible, lo negociable, lo no negociable, lo personal vendible y negociado. La realidad, la ficción, la falsa realidad, la ficción de lo real. Los actores, los no actores, los actores que hacen de no actores, los sujetos en su hábitat. Interiores, exteriores...

2) Se abre un mail recibido el 2 de agosto de 2005, y dice (sic):
"objetos cuidados
ver películas
leer cuadernos
encontrar patrones, repeticiones, obsesiones de escrituras,
colores, tintas, matices, palabras repetidas, mal escritas.
una dosis fuerte de mi. conocerme de repente y sin mi autorización.
las películas son las mas lindas y las más arte, sin intención."

3) Nanni Moretti, Ecce Bombo. Vi esta película en un cineclub improvisado en un barrio que ya no frecuento. Recuerdo poco, creo que en su momento no le presté atención. Creo también que en esa instancia me preocupaba más ser amigo de esas personas que ver la película. Mis gustos cambiaron. Ahora la veo y me parece inspiradora, maravillosa, fresca. Hay un momento para todo.

4) Ciertas repeticiones, ciertas obsesiones, es cierto. El gusto por la magnificencia, por la opulencia, por lo enorme. El choque con la realidad. El plano enorme, encuadrado hasta borrar el factor humano, el movimiento lento, el plano sigue hasta evidenciar el tiempo que se escurre entre los dedos. Y ahí, sí: encontrar a Dios, a lo sublime matemático. La muerte, los muertos, la sangre que no se ve pero que está ahí, un deseo mucho más grande de abrumar al espectador que de entretenerlo. La sensación de que hay una fuerza ahí latente que está por estallar, y que basta solo un factor correcto (la compañía, el entorno, el azar) para que salga, para que inunde al universo.

5) Eneagrama de Gurdjieff, variante de Ichazo y de Naranjo: tipo tres (G), "el exitoso" (I), la vanidad (N). La felicidad se basa en la capacidad de ser atractivo para otros. Segundo lugar: tipo ocho, el desafiador, la lujuria (agresividad), lo mismo que El Padrino.