Friday, July 29, 2005

Me lo ordeno el Señor

En la mitad de la noche, algo me despertó. Fue un instante místico, de rara belleza, cargado de incertidumbre y un poco de horror. No lo ví. Pero su voz fue nítida, transparente, distinguible. Cualquier otro sonido se apagó, La Voz (y no me refiero a Sinatra, claro está) se proyectó sobre el vacío. Sus primeras palabras fueron reveladoras: "La Biblia dice pelotudeces".
Estupefacción, asombro, desconcierto. "Fue un teléfono descompuesto entre un par de palestinos colgados y romanos borrachos."
Me siento en mi lecho, intentando divisarlo. "Soy como el Diablo, boludo, que es negro y por eso no se ve en la oscuridad."
Sigo sin hablar, dudano de mi propia sanidad. Intento volver a dormir. "No te duermas, tengo una misión para vos."
Abro bien grande los ojos. Verdad o mentira, esto tiene que ser bueno. Escucho con mayor atención. Soy un elegido, un mesías y estas cosas siempre le levantan el ego a uno.
"Vengo a avisarte que hay gente que tiene que morir. Escucháme bien porque no tengo tiempo de andar repitiendo las cosas, eh. Te voy a decir un par de categorías y vos después hacés lo que querés con eso, no sé, matálos vos mismo o comentáselo a otros. Eso sí: no esperes que yo te saque de apuros con la cana y esas cosas porque voy a estar muy ocupado jugando al Strip Scrabble con María Magdalena.
La gente que cumple con las siguientes caracteríticas debe morir:
- Los que usan remeras con frases provocativas que clamaramente no representan lo que ellos son. Ejemplos: "Pornstar" (usada por un nerd que nunca la pone), "Soy tu puta" (usada por una nena de 14 años), "Sexy" (usada por un bagarto), "Ramones" (usada por un chetito sanisidrense).
- Los que son o se hacen los rappers, usan cadenas y anillos de oro, remeras de hockey/baseball, pantalones amplios y hablan con montones de insultos y deformaciones de la lengua. Ejemplos: Ali G, todos los negros hiphopperos y el Sindicato Argentino de Hip Hop.
- Todo aquél que haya formado parte de la programación o sea partícipe de la gerencia del canal Telefé, así como todo integrante de la Editorial Atlántida. Que no quede ni uno.
- Todos los brasileros. Ya sé que los cree yo, pero le pifié, porque ese día estaba drogado y me salieron medio mal: son feos y sólo pude enseñarles a bailar, jugar al futbol y reproducirse. Encima hablan ese dialecto desagradable. Habría que hacerlos de cero.
- A los que crean movimientos a partir de elementos o costumbres foráneas, sobre todo si el movimiento no existe en el país de origen. Ejemplo más claro: los rolingas. No hay parecido entre los Rolling Stones y los rolingas, es una aberración. Los punks argentinos no están muy lejos tampoco.
- A los que destruyen al lenguaje en el trato cotidiano. Si se tragan los signos de exclamación o interrogación al comienzo de la frase, muerte sencilla (pastillas); los que abusan de la K como modo de decir la C o QU, muerte violenta (silla eléctrica o desmembramiento).
- Los que usan ropa medio indígena sin ser indios, los que se ponen ropa comprada en Bolivia (esos bolsitos de lana, remeras marrones con escote en V de material extraño, gorritos coyas de colores), los que tienen al mismo tiempo pelo largo y barba.
- A los cumbianteros, a los electrotontos, a los rumberos. Los metaleros se salvan porque tienen a Santiago Segura y al Mono Burgos, que son amigos de Satán y él me los presentó en una fiesta de Heavenly Swingers.

Por ahora eso es todo. Estáte atento, querido. Me voy, estoy apurado. Cuidáte."

Así se retiró. Como había llegado, súbitamente, una aparición. Sus palabras fueron inspiradoras y, como todo fiel religioso, intento seguir sus enseñanzas a ciegas, busco la Fe en los rincones, cumplo con sus deseos. No ejecuto su mensaje, ya que el mundo es demasiado basto y no sabría por donde empezar. Mejor sabrá él de eso y será el Día del Juicio Final, cuando la Llegada del Reino nos libre finalmente de tanto malnacido, de tanto deforme y de tanta mierda que puebla nuestras calles.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Suenas casi como un joven Hittler...tu, el elegido, pero que risa....Si que tienes cojones eh; de todas maneras, debo admitir que no comparto todos tus pensamientos, pero eres un grandisimo contador de historias. Supongo que para eso estamos aqui, no?

6:52 PM  
Blogger Cadmo von Marble said...

La ideología no es más que un detalle menor. Lo que importa es la elegancia. O la cerveza, no sé.
Yo no cuento historias, Saraband. Yo juego con las sobras.

2:13 PM  

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