Los detesto pero esta vez los puedo perdonar
Para no olvidar la vieja manía de los Top 10 cinematográficos, aquí va una lista de actores y actrices que suelen molestarme pero que lograron cautivarme en papeles inesperados. A disfrutar y polemizar, dulces palomillas pochocleras:
1) Renée Zellweger, Empire Records/Jerry Maguire: la que más detesto de todos, por su acento sureño y su falsa sensualidad. No es más que una gordita adelgazada, que merece estar detrás de un escritorio administrativo. Sin embargo, su joven tímida devenida cantante punk y su (otra vez) tímida secretaria fiel fueron no sólo tiernas sino también adorables. Pero no abusemos del recurso, querida.
2) Madonna, Dick Tracy/A League of their own: otra mujer que desprecio profundamente, por vulgar y mediocre. De todos modos, en Dick Tracy me pareció apetecible y noble y luego compuso con carisma a una chica machona y toscamente femenina.
3) Angelina Jolie, Hackers: Angelina "dejá de sacar labios" Jolie siempre fue mala actriz. Sobreactúa, es desmedida y, encima, cree tener clase. Por favor. Con Hackers la descubrimos y, la verdad, es que nos calentó. Por eso se salva.
4) Sharon Stone, Rápida y Mortal: otra mujer soez de mal historial que, como Madonna, de grande decidió ser casta y pura. Un poco por voluntad propia y otro poco por la majestuosidad de Sam Raimi, la Stone se luce en este western extraño y posmoderno, donde hace de una chica que maneja pistolas.
5) Ben Affleck, Chasing Amy: el madera más madera de todos logró conmoverme. Quizás no fuera gracias a él sino a sus partenaires y a la labor del bruto pero querible Kevin Smith. Tal vez yo quería identificarme con ese personaje y por eso el tronco de Affleck sale bien parado. Su hermano Casey le da mil vueltas.
6) Val Kilmer, Top Secret!: el tipo es malo en serio, ni siquiera es del todo lindo. Hizo un Jim Morrison decente, pero si una película lo dejará en la historia, esa es esta legendaria parodia masiva. Su imitación de Elvis es digna de aplauso.
7) Sandra Bullock, Love potion number nine: supuesta megaestrella de Hollywood, esta cualquiera nunca se sacó el aspecto de camarera de comedor 24 horas. Tine poca elegancia, es machona y tiene tanta carsima como un perro pulgoso. Eso sí: en esta juvenil historia de amor la recuerdo con cariño. Como el caso Affleck, creo que el recuerdo de la película la deja a ella en posición de privilegio.
8) Penélope Cruz, Belle Epoque: la etapa española de la Cruz es bastante interesante, pero sus papeles hollywoodenses la hunden del todo. Está bastante abajo en el ranking porque el rol es secundario y porque aún no habían aflorado sus (operadas) tetas. Está simpática, pero la simpatía no basta.
9) Roberto Benigni, Down by law: Roberto no es un tipo odiable, en absoluto. Pero es demasiado italiano, demasiado sensiblero, demasiado gritón. Jarmusch le encontró un lugar apropiado para que sus excesos fueran graciosos y lo juntó con dos tipos callados, que crean un contraste atrapante.
10) Michael Douglas, Wonder Boys: el actor más aburrido de los noventa, nunca llegó a la versatilidad de su padre. Encasillado en roles de empresarios o psicólogos exitosos con problemas familiares, sacó de la nada a este veterano fumanchero y caótico que sin dudas es el papel de su carrera.
He hecho salvedades: los actores de larga trayectoria que cayeron en decadencia no entran porque alguna vez fueron buenos (Robert de Niro, Al Pacino, Sean Connery o Anthony Hopkins) y hay otros tantos que nunca hicieron las cosas bien (Colin Farrell, Jennifer López o Seann William Scott).
1) Renée Zellweger, Empire Records/Jerry Maguire: la que más detesto de todos, por su acento sureño y su falsa sensualidad. No es más que una gordita adelgazada, que merece estar detrás de un escritorio administrativo. Sin embargo, su joven tímida devenida cantante punk y su (otra vez) tímida secretaria fiel fueron no sólo tiernas sino también adorables. Pero no abusemos del recurso, querida.
2) Madonna, Dick Tracy/A League of their own: otra mujer que desprecio profundamente, por vulgar y mediocre. De todos modos, en Dick Tracy me pareció apetecible y noble y luego compuso con carisma a una chica machona y toscamente femenina.
3) Angelina Jolie, Hackers: Angelina "dejá de sacar labios" Jolie siempre fue mala actriz. Sobreactúa, es desmedida y, encima, cree tener clase. Por favor. Con Hackers la descubrimos y, la verdad, es que nos calentó. Por eso se salva.
4) Sharon Stone, Rápida y Mortal: otra mujer soez de mal historial que, como Madonna, de grande decidió ser casta y pura. Un poco por voluntad propia y otro poco por la majestuosidad de Sam Raimi, la Stone se luce en este western extraño y posmoderno, donde hace de una chica que maneja pistolas.
5) Ben Affleck, Chasing Amy: el madera más madera de todos logró conmoverme. Quizás no fuera gracias a él sino a sus partenaires y a la labor del bruto pero querible Kevin Smith. Tal vez yo quería identificarme con ese personaje y por eso el tronco de Affleck sale bien parado. Su hermano Casey le da mil vueltas.
6) Val Kilmer, Top Secret!: el tipo es malo en serio, ni siquiera es del todo lindo. Hizo un Jim Morrison decente, pero si una película lo dejará en la historia, esa es esta legendaria parodia masiva. Su imitación de Elvis es digna de aplauso.
7) Sandra Bullock, Love potion number nine: supuesta megaestrella de Hollywood, esta cualquiera nunca se sacó el aspecto de camarera de comedor 24 horas. Tine poca elegancia, es machona y tiene tanta carsima como un perro pulgoso. Eso sí: en esta juvenil historia de amor la recuerdo con cariño. Como el caso Affleck, creo que el recuerdo de la película la deja a ella en posición de privilegio.
8) Penélope Cruz, Belle Epoque: la etapa española de la Cruz es bastante interesante, pero sus papeles hollywoodenses la hunden del todo. Está bastante abajo en el ranking porque el rol es secundario y porque aún no habían aflorado sus (operadas) tetas. Está simpática, pero la simpatía no basta.
9) Roberto Benigni, Down by law: Roberto no es un tipo odiable, en absoluto. Pero es demasiado italiano, demasiado sensiblero, demasiado gritón. Jarmusch le encontró un lugar apropiado para que sus excesos fueran graciosos y lo juntó con dos tipos callados, que crean un contraste atrapante.
10) Michael Douglas, Wonder Boys: el actor más aburrido de los noventa, nunca llegó a la versatilidad de su padre. Encasillado en roles de empresarios o psicólogos exitosos con problemas familiares, sacó de la nada a este veterano fumanchero y caótico que sin dudas es el papel de su carrera.
He hecho salvedades: los actores de larga trayectoria que cayeron en decadencia no entran porque alguna vez fueron buenos (Robert de Niro, Al Pacino, Sean Connery o Anthony Hopkins) y hay otros tantos que nunca hicieron las cosas bien (Colin Farrell, Jennifer López o Seann William Scott).
5 Comments:
no te permito. voy a favor a morir con sandrita bollocks y con culin farrell. j-lo es una aptada en las pelotas pero con ese trasero se le perdona todo, menos salir con affleck. fucking mal gusto. agrego a tu lista a la destetada gwyneth paltrow, que el bueno de cuarón hace que se luzca en grandes esperanzas
Ah, no. Yo a la Paltrow la defiendo siempre porque tiene clase y estilo. A Colin Farra nunca lo defenderé.
Muchachos, esa chica no tiene sangre (la Paltrow), tiene clase y estilo, pero le falta mugre para mi gusto. En cambio Renée....
Coincido en todo con vos Cadmo, es gordita adelgazada, no tiene sensualidad, ni siquiera falsa. Pero así y todo sabe despertar una inmensa ternura. En Bridget Jones, o con Jim Carrey en "Irene, yo y mi otro yo". Siempre logra que uno no le pueda sacar los ojos de encima, y ya sabemos que eso no es belleza, sino carisma.
Si a un actor perdono es a Ud. toro, por aparecer con esa "gente", (fuc yuppies y groupies) que aparecen en el corto de Malena. Solo a Ud. y a Trakker los perdono.
Gracias, Maro... dough!
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