Monday, March 20, 2006

Creo que quiero que Chiara me quiera

Me ví envuelto, casi sin quererlo, en una trama de suspicacias. La merienda fue cordial y poblada, todos en el piso del mexicano, brindando su supuesta hospitalidad. Merendamos, se hizo cena, se hizo ingesta de alcohol y algunos nos fuimos, otros nos quedamos, otro aparecieron.
Y yo noté a esta chica alargada, agraciada, enfundada en prendas chillonas, en formas de rombos y botas de piel y de repente me la quiero comer. Con los dientes, pero que no sangre. Entonces hablamos y no sé lo que digo pero lo digo y no desentona. Y corre más alcohol y yo no pienso en otra cosa pero me pregunto en qué momento se va a echar a perder y hoy, desde acá, se ve mi derrota en el peor de los sentidos posibles.
Pero esa noche hice lo quise, pero nadie quería que yo hiciese lo que quisiese, entonces nadie quiso quererme. Ella sí, un poquito; no puso resistencia ni reticencias ni retroceso ni rastros. Dicen los testigos que tenía cara de pánico, pero la piel decía lo contrario. Si mi mano subió por su espalda, dudo que haya cometido delito. Para los otros, los de afuera, pecado de pacatería. Diploma de "pacatos del año". Pero yo fiel a mi ruta, que sube por la espalda más veloz que cremalleras.
Entonces primer round en la pista, intervalo, segundo round sobre la moto en la salida y yo camisa abierta, mucho frío, un poquito Chayanne, medio feo, pero muy directo, muy concreto, ganas de. Se deja pero no se deja, sonrisa de oreja a oreja, que hola que chau que en mi moto que estás borracha que no que me voy a casa... en moto. Y se va, me deja un beso, declaración de principios antes que dulce despedida. Guerra.
Corren rumores, yo escandalizado, medio loca, sin entender. Tomo las riendas, consigo su celular y me aferro a la espada para dar mi estocada telefónica, Mónica (Santa). Llamado uno, ni respuesta ni contestador. Llamado dos, igual destino, muerte prematura. Mensaje, sé simpático, sí, mensajeo con un mensaje largo, muy pasado de mensaje, más rápido mensajero. Correo. Mensaje medio juguetón pero bastante al grano, vamos a hacer algo, fuera de la turba, de la muchedumbre.
"Oala inspector gadget, ya veremos, tendré q pedir permiso a mis papàs... Ch" (dixit).
Dígole, dícele, le digo, le dice, luego, a guisa de respuesta a su emblemático mensaje (inspector gadget = ¿Mano larga? ¿Toquetón?) si sus padres permitirán el feliz encuentro, si los exámenes impiden intercambiar infusiones o pasteles.
"En exámenes solo me dejan estar en la uni.. :) Good night and good luck.." (la recontra dixit).
Y pillado estoy, en un juego que me regocija en el mismo punto en el que me hace mal.
Pillado, con traje cuadriculado, enfilado en fila hacia el Cadalzo.

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