Mi generacion 2 (¿O soy solo yo?)
No puedo tolerar un solo domingo más. Simplemente me desgastan y me sacan las ganas de vivir, los domingos. Incluso los antidomingos, esas situaciones en las que uno actúa como si fuera sábado, intentando quebrar a las leyes y al sentido y a la sensación general de domingo, tienen sabor a domingo. Peor, a domingo roto. A vicio.
No puedo seguir viviendo con la sensación de mediocridad. No se puede seguir planeando a futuro pero esperando que ese futuro nunca llegue. Sé que nunca voy a terminar nada de lo que empiece, sé que nunca nada termina. No puedo vivir con ese miedo. No puedo (ni quiero) seguir levantándome cada mañana para hacer lo mismo o para engañarme de las mismas maneras. No puedo seguir pensando que sé de algo cuando no sé sobre nada, puras habladurías. Leer un libro de lógica no te hace inteligente, aún si los otros crean que lo sos.
Se trata de tomar decisiones. Se trata de ser lo suficientemente afortunado como para ser un obtuso y poder elegir algo. Porque hay que ser obtuso para poder descartar todas las posibilidades de este mundo para quedarse con solo una. Y ser obtuso es ser realista, el mejor de los méritos posibles. Elegí una idea, una mujer, un camino, un instrumento para tocar. No se puede seguir postergando esa decisión.
Ya elegiste mal y lo sabés, de nada sirve regocijarte en tu error. Basta de jugar con la herida una y otra vez, dejála que cicatrice y ya. Este domingo no tiene por qué ser como todos los otros, gris y monótono, caminar por las mismas sendas, encontrar siempre las mismas caras, escaparse de las mismas maneras y se hace de noche, sensación de otro día más desperdiciado.
Basta de sentir tanta lástima por vos mismo, por el sexo que no tuviste, por el logro que no conseguiste, por la tenacidad que nunca aprendiste.
No sos un genio, nunca lo vas a ser. Basta de pretender, aún secretamente, que hay algo más allá. No se trata de creer en algo o de construir algo, sino de hacerse a la idea de que no va a cambiar, no va a detenerse. No se trata de lo que uno sabe, o de lo que uno aprende, o de lo que uno cree. De nada sirven las experiencias si no van dirigidas a un fin mayor... la mediocridad bien entendida, la especialización.
Estoy harto de comer y de ahorrar y de especular y de negar y de bailar y de coquetear y de analizar y de soñar. Estoy harto. Estoy harto de que no sea sí ni que sea no, estoy harto de que piensen esto y que sea aquello, estoy harto. Harto, harto, harto de que cada mañana sea el mismo ritual primitivo, de que la esperanza sea pasajera, de que sea tan evidente que todo es de mentira y harto de saber que la vida me va a castigar con una existencia larga y duradera, que poblaré esta tierra hasta que se me hayan caído todos los dientes y no me soporte ni mi enfermera.
Estoy cansado de que nadie lea ya este blog, de que escriba aquí en el vacío para mi propia satisfacción y de estar tan pero tan solo. Cansado de pelear contra todos, cansado de tolerar mi propio abuso y cansado de esconder la cara detrás de barbas, de accesorios, de muecas y de máscaras. Estoy putamente cansado.
Pero no va a detenerse.
No va a detenerse.
Y me enoja, y me frustra y me desespera, pero eso no cambia nada.
No quiero ser lo que soy pero tampoco sé ser otra cosa.
No es más que otro giro extraño, el ascenso progresivo de tristeza y frustración hasta volver al incio.
Infinita tristeza.
No puedo seguir viviendo con la sensación de mediocridad. No se puede seguir planeando a futuro pero esperando que ese futuro nunca llegue. Sé que nunca voy a terminar nada de lo que empiece, sé que nunca nada termina. No puedo vivir con ese miedo. No puedo (ni quiero) seguir levantándome cada mañana para hacer lo mismo o para engañarme de las mismas maneras. No puedo seguir pensando que sé de algo cuando no sé sobre nada, puras habladurías. Leer un libro de lógica no te hace inteligente, aún si los otros crean que lo sos.
Se trata de tomar decisiones. Se trata de ser lo suficientemente afortunado como para ser un obtuso y poder elegir algo. Porque hay que ser obtuso para poder descartar todas las posibilidades de este mundo para quedarse con solo una. Y ser obtuso es ser realista, el mejor de los méritos posibles. Elegí una idea, una mujer, un camino, un instrumento para tocar. No se puede seguir postergando esa decisión.
Ya elegiste mal y lo sabés, de nada sirve regocijarte en tu error. Basta de jugar con la herida una y otra vez, dejála que cicatrice y ya. Este domingo no tiene por qué ser como todos los otros, gris y monótono, caminar por las mismas sendas, encontrar siempre las mismas caras, escaparse de las mismas maneras y se hace de noche, sensación de otro día más desperdiciado.
Basta de sentir tanta lástima por vos mismo, por el sexo que no tuviste, por el logro que no conseguiste, por la tenacidad que nunca aprendiste.
No sos un genio, nunca lo vas a ser. Basta de pretender, aún secretamente, que hay algo más allá. No se trata de creer en algo o de construir algo, sino de hacerse a la idea de que no va a cambiar, no va a detenerse. No se trata de lo que uno sabe, o de lo que uno aprende, o de lo que uno cree. De nada sirven las experiencias si no van dirigidas a un fin mayor... la mediocridad bien entendida, la especialización.
Estoy harto de comer y de ahorrar y de especular y de negar y de bailar y de coquetear y de analizar y de soñar. Estoy harto. Estoy harto de que no sea sí ni que sea no, estoy harto de que piensen esto y que sea aquello, estoy harto. Harto, harto, harto de que cada mañana sea el mismo ritual primitivo, de que la esperanza sea pasajera, de que sea tan evidente que todo es de mentira y harto de saber que la vida me va a castigar con una existencia larga y duradera, que poblaré esta tierra hasta que se me hayan caído todos los dientes y no me soporte ni mi enfermera.
Estoy cansado de que nadie lea ya este blog, de que escriba aquí en el vacío para mi propia satisfacción y de estar tan pero tan solo. Cansado de pelear contra todos, cansado de tolerar mi propio abuso y cansado de esconder la cara detrás de barbas, de accesorios, de muecas y de máscaras. Estoy putamente cansado.
Pero no va a detenerse.
No va a detenerse.
Y me enoja, y me frustra y me desespera, pero eso no cambia nada.
No quiero ser lo que soy pero tampoco sé ser otra cosa.
No es más que otro giro extraño, el ascenso progresivo de tristeza y frustración hasta volver al incio.
Infinita tristeza.
6 Comments:
g. hola. es domingo en ba tambien. si, hay una sensacion de hartazgo de que en la superficialidad nunca pasa nada y uno no se puede bajar de ese tren, que tenes que tomar cualquier cosa. da la impresion de que te suben, la marea. y las propias limitaciones y las trampas que uno se pone para no enfrentarse con ellas. miedo por todos lados, tapar el vacio con alcohol y merca y conversaciones estupidas. pero a veces aparecen aires frescos. un poco de luz.
nos hizo muy bien escribirnos el otro dia, no se, la amistad sincera te permite salir de ese estado a veces. el desinteres.
te quiero, cuidate y volve rapido!!
ah, yo leo siempre lo que pones pero por problemitas de autoestima no pongo nada... despues lo leo y lo censuro.beso.
En los domingos sempre habrá cine;
y libros;
y ni una cosa ni otra - las películas de joão césar monteiro y de armando bo.
Y en los otros dias también.
Eterno Retorno de Nietzcszzsczscszssche. Ese punto primero del sufrimiento... Estas muy cerca. Ahora tenes que sentir positivamente:"Quiero que se repita por toda la eternidad!"
Un abrazote G
guido no seas tan Marylin de quejarte u despus no decir nada!!!
se te vuela la pollera....
Gracias a todos. Al menos por decir algo. Pero por ahora... X de proporciones megalíticas, elefantiásicas. Gran signo de pregunta, como el del acertijo.
Leí tu post argentinos de mierda.
Veo que dejaste de publicar en 2006, espero que hayas seguido los consejos de Nietzche.
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