Friday, February 27, 2009

La fuerza

Cuando me puse a pensar no había nada. Había cosas, sí, pero eran efímeras, ¿Y quién sabe si me serían útiles o si las querría mañana? Estaba yo y mi circunstancia, yo y mi pasado, lo que había construido para estar parado donde estaba. No puedo decir que fuera mucho. Tenía la presión desesperada de encontrar un qué y luego un cómo, apenas un mes y algunos días para saber qué filmar y cómo filmarlo. Una situación absurda, pero un desafío válido. No le encontraba la vuelta a la fantasía ni a la imaginación desbordante; además, eso implicaba un gran problema de producción, mucho dinero y mucha gente trabajando. No tenía ninguna de las dos cosas. Más importante aún, había que encontrar qué me motivaba como para dedicarle todo mi tiempo, toda mi intensidad, y eso tampoco es fácil. Porque para eso hay que, mínimamente, conocerse a uno mismo. Yo no estoy tan seguro de conocerme, porque siempre soy de esos que se dan cuenta retrospectivamente de cómo eran las cosas, o, más extraño aún, me entero después de que yo sí sabía por donde iba la cosa y elegí inconcientemente no hacerme cargo.
Estaba enojado y frustrado, estaba buscando la esencia de mí mismo y no tenía ni una pista. Busqué por lo truculento, busqué por lo que me da miedo o rechazo (como esa chica de la línea D que está desfigurada por un incendio y que cuando habla nadie la puede mirar a la cara), busqué en mi deseo de escandalizar y busqué en mi costado más infantil y más sensible. Un hombre maduro jugando con un tren de juguete, un padre que cuida de su hija inválida, un romance imposible entre un anarquista recién llegado de Francia y una hija de familia aristocrática en la Argentina en formación de 1850. No estaba ahí, no me hallaba.
Y entonces volví a Francisco, mi viejo y querido Francesco Bernardone, San Francisco de Asís. Siempre hay algo en él que me mueve, me lleva, me inspira. Pienso en Francisco y pienso en lo innombrable, en la belleza infinita que nos evade, en su potencia dolorosa y a la vez redentora. Ahí también entra Kierkegaard. Y bueno, me dije: la cosa pasa por Dios, o por la idea que yo tengo de Dios. No porque yo sea religioso - ojalá lo fuera, pero eso te lo enseñan de chico, uno no se lo inculca solo... por más que Chesterton quiera convencernos de lo contrario -, sino porque en este mundo tan atroz hay que tener algo superior a qué aferrarse. Cuando me siento violado por la publicidad y el mundo del dinero, cuando me angustia la manipulación diaria que veo de las masas, cuando veo a amigos y familiares dejarse seducir por nanotecnologías que los tiranizan y los idiotizan, y el futuro parece magro, y siento en carne propia la perversidad, la desidia, el desamor... en ese momento apelo a mi Dios. Y él no responde, pero yo me siento mejor.
Tenía que filmar algo sobre la fe, necesitaba un regreso a la modernidad (y escapar de esta posmodernidad kistch, pop, fea, nula, superficial, tonta, banal), una vuelta a las grandes creencias, a los grandes postulados. Quería que me llevaran con Dios, sentirme en su Gracia. Nunca perdí mi perspectiva realista, pero elegí dejarme llevar. Y eso hice. Y me encanta, lo que filmé me seduce, me deja perplejo, tiene capas que no logro entender y me supera... igual que la fe.

Pero ellos no lo entendieron. Su mirada de clase media progre adoctrinada les impidió ver mi deseo de fe. No digo que lo que filmé haya sido sublime, pero es sincero en un sentido en que no sé si muchas películas lo son. Es la mirada de alguien que está afuera y desea estar adentro, y solo capta una pizca. Ellos vieron apenas un panfleto, un alegato por Dios. Nada dijeron, pero yo los oí. "No es nuestro perfil", dijeron. ¿Qué perfil es el de ustedes, entonces? ¿El de películas tristes sobre burgueses que caminan y se encierran en sus casas a llorar por su estigma de clase? Así les sale un evento de mierda, lleno de películas que se lamentan por no poder ser más alegres. Así componen una muestra de películas sin conciencia de clase ni perspectiva global, películas que no corren un riesgo y que filman su aldea sin pensar en moverse un ápice.
Quisiera pensar que no importa, porque Dios está de mi lado. Pero mis pies siguen aquí, clavados a este barro, sigo rodeado de mortales y de incrédulos. Peor aún, tienen poder sobre mí. Le pido a Francisco - y es un pedido metafórico, pero también es real - que me ayude a salir adelante, que me de fuerza para volver a producir y a ser fiel a mí mismo, y a no dejarme corromper por un mundo de intereses y de amiguismos, por un mundo falso de gente que está más interesada en otra gente que en las películas que elige.

Dáme fuerza, Señor...

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

[url=http://www.ganar-dinero-ya.com][img]http://www.ganar-dinero-ya.com/ganardinero.jpg[/img][/url]
[b]Estas buscando formas de ganar dinero[/b]
Nosotros hemos hallado la mejor guia en internet de como ganar dinero. Como nos ha sido de utilidad a nosotros, tambien les puede ser de interes para ustedes. No son solo metodos de ganar dinero con su pagina web, hay todo tipo de metodos para ganar dinero en internet...
[b][url=http://www.ganar-dinero-ya.com][img]http://www.ganar-dinero-ya.com/dinero.jpg[/img][/url]Te recomendamos entrar a [url=http://www.ganar-dinero-ya.com/]Ganar dinero desde casa[/url][url=http://www.ganar-dinero-ya.com][img]http://www.ganar-dinero-ya.com/dinero.jpg[/img][/url][/b]

5:41 PM  

Post a Comment

<< Home