El poema de las piedras meditabundas
El mago tiene que créerselo antes de hacérnoslo creer. El truco no está en la carta, está en el aire.
Escribir canciones sobre artefactos tecnológicos no nos acerca más a la realidad.
La poesía no está muerta porque los precios del supermercado se hayan triplicado.
El bebé se ríe porque cuando mira al perro no piensa en la idea del perro.
Y ese psicoanalista encontró su veta hablando de divanes en vez de personas.
Hay quien confunde a la disciplina con autoristarismo. Encuentra así su excusa para la desidia.
Hay homosexuales que se mueren por no encontrar amor, pero son noticia por tragar y escupir.
Las monjas viejas también hulen a menopausia, aunque no se hagan preguntas.
En la Edad Media se morían antes de cumplir cincuenta pero tocaban la mierda con las manos.
El rocanrol suena apagado en las radios de autos de plástico.
Los viejos sueños fueron buenos sueños. No funcionaron pero nos mantuvieron despiertos.
El corpiño en el piso no se ve también como cuando lo tenés pegado a la piel.
Las milanesas son carne empanada pero eso no explica su sabor.
El gato se estira justo lo suficiente como para ser elegante, pero nadie lo pone en un desfile.
Los guardacárceles viven adentro del presidio. ¿No se sienten encerrados ellos también?
Las combinaciones no se acabaron pero seguimos repitiéndonos.
¿Estará en los cromosomas el ciclo de las cosas o somos calcos de otros?
El panadero ama a su mujer aunque le faltan tres dientes.
La mandíbula inferior prominente no la hace menos atractiva, sino más introspectiva.
Las personas centradas también matan aquello que aman.
Si reivindico al diccionario, ¿Tengo derecho a abrazar al silencio?
¿Hubo santos que no usaran sandalias?
¿Quién va a defender la belleza del parquímetro cuando cierren los museos?
¿Es la monogamia la contraofensiva contra la fobia a amar a todos?
Hay al menos cinco personas en el mundo que están pensando lo mismo en este instante.
No somos gaviotas, no intentemos retener al pez entre los labios.
No detengas al falsete porque esos hombres hablan con gruñidos.
Cremas y ungüentos para una cáscara, pero los poros seguirán saturados.
¡Usá a esa nariz como declaración universal, siempre un paso más adelante que los perfectos!
¿Quién no desea el fracaso de los que tuercen al sistema a su favor?
Alguna vez soñé con ser un astronauta pero las estrellas ya no me seducen.
La cerveza se toma de una sola vez, sino, como la oportunidad, sabe mal la segunda vez.
Los viejos amores hablan de quiénes éramos. Nos merecemos amores nuevos.
El consumo solo es inútil si es un tapón para la absurda magnificencia.
Ahora que estás lo suficientemente sucio, lávate las manos. Nada se siente mejor.
Escribir canciones sobre artefactos tecnológicos no nos acerca más a la realidad.
La poesía no está muerta porque los precios del supermercado se hayan triplicado.
El bebé se ríe porque cuando mira al perro no piensa en la idea del perro.
Y ese psicoanalista encontró su veta hablando de divanes en vez de personas.
Hay quien confunde a la disciplina con autoristarismo. Encuentra así su excusa para la desidia.
Hay homosexuales que se mueren por no encontrar amor, pero son noticia por tragar y escupir.
Las monjas viejas también hulen a menopausia, aunque no se hagan preguntas.
En la Edad Media se morían antes de cumplir cincuenta pero tocaban la mierda con las manos.
El rocanrol suena apagado en las radios de autos de plástico.
Los viejos sueños fueron buenos sueños. No funcionaron pero nos mantuvieron despiertos.
El corpiño en el piso no se ve también como cuando lo tenés pegado a la piel.
Las milanesas son carne empanada pero eso no explica su sabor.
El gato se estira justo lo suficiente como para ser elegante, pero nadie lo pone en un desfile.
Los guardacárceles viven adentro del presidio. ¿No se sienten encerrados ellos también?
Las combinaciones no se acabaron pero seguimos repitiéndonos.
¿Estará en los cromosomas el ciclo de las cosas o somos calcos de otros?
El panadero ama a su mujer aunque le faltan tres dientes.
La mandíbula inferior prominente no la hace menos atractiva, sino más introspectiva.
Las personas centradas también matan aquello que aman.
Si reivindico al diccionario, ¿Tengo derecho a abrazar al silencio?
¿Hubo santos que no usaran sandalias?
¿Quién va a defender la belleza del parquímetro cuando cierren los museos?
¿Es la monogamia la contraofensiva contra la fobia a amar a todos?
Hay al menos cinco personas en el mundo que están pensando lo mismo en este instante.
No somos gaviotas, no intentemos retener al pez entre los labios.
No detengas al falsete porque esos hombres hablan con gruñidos.
Cremas y ungüentos para una cáscara, pero los poros seguirán saturados.
¡Usá a esa nariz como declaración universal, siempre un paso más adelante que los perfectos!
¿Quién no desea el fracaso de los que tuercen al sistema a su favor?
Alguna vez soñé con ser un astronauta pero las estrellas ya no me seducen.
La cerveza se toma de una sola vez, sino, como la oportunidad, sabe mal la segunda vez.
Los viejos amores hablan de quiénes éramos. Nos merecemos amores nuevos.
El consumo solo es inútil si es un tapón para la absurda magnificencia.
Ahora que estás lo suficientemente sucio, lávate las manos. Nada se siente mejor.
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