Saturday, September 10, 2011

El centro de la espiral está vacío

La vida en el círculo nunca se agota. Rebotan sus habitantes como bolas metálicas en un pinball. Las caras cambian pero el entorno es siempre el mismo; seguimos fallando gloriosamente. La nariz pide combustible: ¡Dáme, dáme, dáme! Y le metemos a los pulmones, dále meterle, tomá, agarráte esa, digeríla, siempre podemos y debemos meter más. Mirá lo que te digo, la tristeza es cosa de antes.
¿Cuál es el verdadero combustible, el que te lleva al estado cohete? Freddy dice que sabía, mirá cómo la fue. La romántica ya no me la como, al final es más o menos lo mismo. Mové las fichas y fijáte qué sale. Dáte de bruces contra tu propio deseo. Decíle al tiempo muerto: ¿Qué, y qué? ¿Qué hago con todo lo del medio? El rulo no se riza, no volvés al comienzo una vez que lo viste más o menos todo. Porque todo no se puede ver, y , sin embargo, más o menos lo intuiste. Ese mismo sabor, ese mismo revés, ese mismo trabajar y trabajar para llegar a los mismos puertos. El amor, dicen, el amor. ¡El amor no basta, necios! El amor cura tan poco como Dios, como esto, como llegar al borde del mundo. Te das cuenta de que una vez que te comiste todo seguís teniendo hambre.
Me pregunto si la tendencia hacia el fin es prefabricada, si es orgánica. Si pasó, la hicimos pasar o estaba prevista que pasara. Qué grosera esta repetición, esta serpiente que se come la cola, qué insulto a lo trascendente. Ya está, lo dije, trascendente. Ahora puedo irme a dormir, aunque no tengo sueño, ahora puedo soñar con todas esas cosas que no podré tocar jamás porque no se tocan. Lleváme, adónde sea que vayas, lleváme, dame una pizca de tu piedra, lleváme. ¿Qué voy a hacer acá? ¿Qué voy a hacer que ya no haya hecho mil veces? Cambio todos mis a media máquina por un solo, efímero, total, hiriente, extático... todo. Me hiciste incompleto y la otra parte te la quedaste, la quemaste, se la regalaste a uno que ni buscaba.
Quiero todos los males de este mundo en mi cuerpo ahora, quiero quemarme y sentir la pestilencia de mis músculos machucados. Y quiero que sea verdadero, sentir que es final y verdadero, sentir que nada podía ser sino eso.
Solo cuando me hago mal soy yo.
Solo cuando reviento estoy presente.
El incesante reiniciarse de todo es un chiste de muy mal gusto.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

(¿

LOL

12:09 PM  

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