Monday, September 12, 2005

Limites

Puedo tolerar el aspecto matinal, incluso encontrarlo encantador.
Puedo apreciar el desenfreno, incluso fomentarlo.
Puedo aceptar la histeria, incluso disfrutarla.
Puedo entender la diversidad, incluso extenderla.
Puedo permitir los celos, incluso quererlos.
Puedo soportar las desapariciones, las inconstancias, las agresiones,
las fallas, las imperfecciones, las traiciones, los olvidos, las relaciones pasadas,
los moralismos, las amoralidades, los desencantos, los desaciertos, los reproches,
los desatinos y los engaños.
Pero no la desconsideración.
No el descuido.
No toleraré ni una sola falta de respeto más.

5 Comments:

Blogger la enmascarada said...

Buen manifiesto taurino!
(tené en cuenta que a veces es saludable que te falten un poco el respeto...) ;-)

9:02 AM  
Blogger Cadmo von Marble said...

Tiene mucho que ver con el momento.
Y qué onda el segundo comment... no es spam...
¿Cómo llegó acá?

9:56 AM  
Blogger la enmascarada said...

eeehhhhmmm....
YO NO FUI !!!

3:33 PM  
Blogger Mariano Dorr said...

Muy bien, querido... es interesante porque plantea que un engaño, una traición, un insulto, no es un descuido... entonces, ¿en qué consiste el descuido en tanto tal? El descuido es otra cosa... la falta de respeto no está en un engaño o una traición o una agresión... el respeto es algo de otro orden, de algún modo inexplicable... pero a la vez, es algo obvio, que no debe ser violado...

2:56 AM  
Blogger Cadmo von Marble said...

Exacto. A mí no me molesta que me engañen, pero que tengan el tacto de cuidar que no me entere. Siento que hay códigos básicos de conviviencia que dan "fantasía" a la relación. Una vez que se los viola, no hay vuelta atrás. Ahí está la desconsideración, en matar la fantasía toscamente, en no prestar atención a lo que el otro quiere o necesita. El engaño es poca cosa en comparación.

12:36 AM  

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