Saturday, September 10, 2005

Satisfaccion S.A.

¿Qué hace que sepamos distinguir un trozo de carne premium de un resabio de supermercado; una prenda de alto diseño de los descuentos de cualquiera cadena textil; una pintura de manos maestras de un boceto torpe a manos de un amateur?
Los llamados estándares de calidad. No son premeditados, sino casi instintivos, los tenemos aún antes de elegir.
Dicen que algo es bueno y lo aceptamos. Culturalmente, hemos aprendido a apreciar más a Nike que a la producción a bajo costo del Once.
Pero hay productos que no son tan fácil y arbitrariamente catalogables.
¿Cómo decidimos qué tipo de mujer es mejor? La lógica anterior no corre. No es que la cultura de masas nos dice que las modelos son lo mejor que podemos conseguir y por ende corremos solamente detrás de ellas. Hay desviaciones, diferencia de criterios, subjetividad pura.
A mí siempre me gustaron las chicas muy altas, muy flacas, sin demasiados pechos, morochas y con mucha personalidad. El destino no siempre me deparó eso (casi nunca) y jamás me quejé. ¿Por qué sigo diciendo entonces que eso es lo que me gusta? ¿Por qué debería seguir buscando eso, si otras opciones inesperadas también me satisfacen?
¿Puede ser el único caso donde busco un producto en particular pero me contento con otro que cumpla - en mis fantasías - las mismas funciones?
Al carajo con las leyes de mercado.
Yo me contento con la satisfacción.

4 Comments:

Blogger la enmascarada said...

Pienso (es una teoría en borrador) que a veces uno se engaña un poco y cree que le gusta algo cuando finalmente es siempre atraído inevitablemente por otra cosa. Creo que uno a veces debe revisar esas creencias tales como me gusta esto, pero siempre termino (o acabo) en lo otro. ¿será que no nos dimos cuenta de la verdad?
Ej: (perdón por la autorreferencia)me gustan los chicos altos, morochos, de tez aceitunada y ojos negros, al mejor estilo moro andaluz. Realidad concreta: la mayoría de mis amores han sido chicos castaños de tez clara y ojos verdes. Realidad más concreta y abrumadora: los que e han conmovido hasta socavarme incluso las creencias han sido chicos bastante lejanos del ideal de belleza. Entonces...¿será que busco otra cosa?
Dejáte sorprender, Cadmo.

11:00 AM  
Blogger Cadmo von Marble said...

Esa era un poco la idea, querida. Sincerarse, si se quiere. O intentar convencerme de que hay otras formas de felicidad a las que busco incesantemente.

3:06 PM  
Blogger Unknown said...

En Ligeia está la base, la biblia sobre el ideal de belleza. La belleza está en las pequeñas imperfecciones, en aquellos elementos que desequilibran un rostro. El desequilibrio es la belleza, porque en el desequilibrio está lo humano. Esa es la excusa que pongo para explicar por qué no encaro minas lindas. Creeme, no es solo una excusa, es un ideal de vida, casi una religión, una creencia verdadera. Es lo único que importa. Distinguir una hermosa imperfección de un bagarto.

8:45 PM  
Blogger la enmascarada said...

Guau! No pude decirlo tan bien como vos...

10:09 AM  

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