Mirta dixit
Mirta es mi instructora de Yoga. No sé si ella me quiere, pero yo le tengo un poco de aprecio. Ella no sabe mi nombre y se la pasa bajando línea sobre el budismo, que yo obviamente no compro, pero las señoras mayores que pueblan mi clase sí. Mirta me despierta, de hecho, un poco de rechazo por momentos, aunque su paz interior y su inaudita flexibilidad superan la barrera de mi comprensión. No, no es joven; no, no está buena, pero se ganó su respeto. En su honor, repetiré las palabras que ella misma nos pronuncia al final de cada encuentro. No sé si me caben, no sé si me las creo, no sé si me gustan, pero estas son.
Nada me turba.
Todo pasa.
Dios no me abandona.
Con paciencia, todo lo consigo.
Dios no me falta
y tan sólo con eso me basta.
Shanti.
Paz.
En fin. Espero que les haya servido de algo.
Nada me turba.
Todo pasa.
Dios no me abandona.
Con paciencia, todo lo consigo.
Dios no me falta
y tan sólo con eso me basta.
Shanti.
Paz.
En fin. Espero que les haya servido de algo.
posted by Cadmo von Marble at 3:08 PM
7 Comments:
Cada uno a su manera logra hallar el equilibrio y la paz. O bla bla, o acciones, o silencios, todo sirve... Salud por eso. Y continua fantaseando por ahora que "anonimo" suena bien, y demasiado tambien..
saludos
eso si..deberia ser "anonima" y no "anonimo". jeje
Cuanta indecisión.
En fin, estas manos escriben en nombre de lo que haya encima de los ojos:
Cada uno encuentra su propio Dios.
Puede ser el Dios común, genérico, e insoslayablemente pétreo, arraigado en aquella voluntad general rousseauniana como un tallo africano espástico y humedecido; o
Puede ser un Dios que obedezca a un grupo de pertenencia, muy común en nuestros pagos; o
Puede ser un Dios personal, entidad extenuante de nuestras propias virtudes y detractora de nuestros defectos; o
Puede ser un Dios vendido y viciado de consideraciones ajenas, torcido, condicionado a una ideología; caso que considero es aplicable aqui, y ruego una pronta depuración de pegajosas intenciones paralelas por parte de tu querida maestra; en cuyo caso el que suscribe anticipa una discusión catártica
entre alumno y maestra sobre asuntos religiosos de importancia inestimable.
Téngase a bien la consideración de que, a pesar de estar intoxicado de whisky barato y escuchando In fernem land, de Wagner, leo lo que escribi y me apatece coherente. Veremos mañana.
Sea mi abrazote con el toro.
Amigo Steve: yo no quería iniciar una polémica religiosa. No veo el punto de debatir con Mirta, ya que ella es feliz en su creencia y no quiero arruinarselo. Sólo digo que a mí no me funciona.
Lo bueno del budismo es que no define qué es Dios, sino que da lugar a que cada uno entienda por Dios lo que más le guste. Creo que ahi estamos todos de acuerdo, ¿no?
Si algo me gusta del yoga es que ma cagan a palos físicamente y me hace mucho más flexible para los placeres carnales. ¿El agregado espiritual? No deja de entretenerme, debo decir.
De todas formas, hay mas de un tipo de budismo :O
A mi me a veces me suena a merchandising, pero si trae felicidad, está bien.
Más saludos.
Amigo, hay ciertas cosas sobre las que no discuto con usted. Mis disculpas por no retribuir los numerosos comments a mi blog, pero me mantengo ocupado con cosas que, juro, son impostergables. Prometo ponerme al día.
Tantos saludos.
Pero mire usted, Cadmo!.. No estaba al tanto de vuestra delicada concepción del debate, ni de la calculada permisión de sus calificados interlocutores. Procuraré obsesivo cuidado de ahora en mas :)
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