Saturday, April 04, 2009

Sábado regurgitado, la vida muerta que hay en mí

Odios, no molestias sino odios. Me odian con saña. Es casi inexplicable. Si lo pienso en frío, lo entiendo, de todos modos. Yo lo genero. No sé bien cómo, tratando de ser amable soy un cerdo. Pero me odian. Y trato de corregir ese odio, de apaciguarlo, y no hay caso. Mi bajada de decibeles incita a mayor odio.
Muchos no se sienten cómodos. Me pregunto si será porque me esfuerzo demasiado. El verso de Shepard vuelve una y otra vez: "... no oculta la distancia desesperada que lo separa dela gente". El camino de las revelaciones es interminable, la rueda sigue girando. Y en la borrachera de la noche no hay nada de la mañana de resaca.
Las elecciones no son todo. Hay cosas que se nos van de las manos.
Todo se va, en algún punto, de las manos. Es una lucha infinita contra las fuerzas ocultas. Me siento tonto. Hoy, despierto hace apenas un rato, restos de alcohol y sandwich de churrasquito en parrilla de barrio, dolores de estómago y café gratuito, basta de películas y basta de personas, me siento tonto. Frágil. Inútil. Mareado. Desconectado. Es eso: desconexión.
Pensaba hablar de amor, hablar de mis enamoramientos, de todos mis fracasos - sí, he dicho FRACASOS, no hay otra palabra y no hay otra acción - y de los miedos y de cómo te restringen la libertad hasta aquellos que más te aman. La libertad, la búsqueda de la libertad, la utopía estúpida, esa pretensión baladí de vivir mejor, ese intento de diálogo forzado con los otros, los huecos, los olvidos involuntarios, las palabras mal usadas, los arrepentimientos, irse a dormir con un hueco y una úlcera, levantarse sintiendo el propio peso que hunde, fingir, gritar para no decir nada, hacer el mal por el mal mismo, envidiar - envidiar con todo el cuerpo, con ansias asesinas, deseando ver la sangre que nos traerá culpa -, perdonar, sonreir cuando nada más queda en pie, cuando nada te queda, cuando nadie te quiere, cuando tu único amor te dice hasta nunca y cuando tus migas de pan se pudren.
Pudrirse, creo que es lo define todo. To rot, to decompose.
Hoy veré a mis enemigos, a los viejos y a los nuevos, y espero que sean considerados. Aún a los peores némesis hay que perdonarles la indisposición.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home