Wednesday, November 26, 2008

Qué bien te quedaba: segunda parte (Homenaje)

El atardecer viendote correr,
aferrandote a los libros.
Cambiar de pie en la formación.
En la clase nunca puse atención,
yo acechaba tus resquicios.
Tus pechos bien,
suspenso yo.
Pero lo mejor era el volleyball
yo me acuerdo y me derrito.
Ay, qué bien te quedaba
ese chorcito mi amor,
qué bien te quedaba.
Cuando lanzaste el balón
qué bien te quedaba.
Aquél futuro mejor
qué bien te quedaba.

Sábado en la playa
y tu pantalón arrugado y desteñido
cayó a tus pies... cómo cayó.
Todo era perfecto como ese sol
que doraba tus pechitos,
el mar violé con emoción.
Era transparente tu situación,
vacilante colectivo.
Ay, qué bien te quedaba
ese bikini mi amor,
qué bien te quedaba.
Que siempre hiciera calor
qué bien te quedaba,
hasta la Revolución
qué bien te quedaba.

Y anoché soñé contigo,
con la vida que se fue
y la dicha que tuvimos
llena mi corazón
cuando me acuerdo de tí.

Hace mucho tiempo
que eso pasó,
mi diploma está amarillo.
Fue como fue, todo cambió.
Te escribí poemas y una canción
pero nunca lo has oído,
nunca olvidé tu dirección.
Y el vestido aquél que te salpiqué
apretando en un campillo...
Ay, qué bien te quedaba
el socialismo, mi amor
qué bien te quedaba.
El grito del director,
qué bien te quedaba.
Decirme siempre que no,
qué bien te quedaba.
"¡Que no, que no,
papito, aquí no!":
qué bien te quedaba.
Bailando en la fiesta,
qué bien te quedaba
Los años ochenta
qué bien te quedaban.

There´s a girl dancing on my mind...


Gracias, Boris.

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