Benedicto no vino a recibirme y por eso me vengue
Llegue y habia una cola de cinco cuadras para entrar a los museos vaticanos. Me puse en la cola y, milagrosamente, entre despues de menos de una hora. Los museos me dejaron bastante indiferente (estoy un poco cansado de tanta perfeccion marmorea y de tanta estatua tirada asi como asi, apiladas como si tuvieran de sobra). El fasto y la magnificencia de todo el sitio me dejaron un poco asqueado, pero en el buen sentido (???). Fui a ver a la pinia gigante del jardin y estaba en reparaciones, como mitad de Italia. Pero todo bien, igual. "Guay", dije, y Sebi pregunto cual era el proposito de exponer estatuas que estan rotas.
La Capilla Sixtina es cojonuda pero uno debe andar haciendo cosas a las espaldas de los carabinieri, que son bastante groseros, al punto de gritarle a un grupo de japoneses "Eh, you, meid in Korea, no flash or guet aut".
Entre a San Pietro y me impresiono su monumentalidad pero me estaba sintiendo medio punk y tire un par de pelos pubicos al piso. Nadie se dio cuenta, pero creo que hice un cambio (???). Sebi y yo hicimos chistes sobre todo y nos regocijamos sobre lo incultos que nos sentimos por bromear en un lugar sacro.
Subimos a la cupula (junto a otro cientos de seres sudados, unos atractivos y otros no tanto; a mi me toco una mexicana delante que, si bien tenia un leve exceso piloso, contaba con un buen culo envuelto en una tanga blanca y una pollera casi transparente que resaltaba los atributos). La vista, maravillosa. Hicimos la tipica foto con cara de boludos frente a la Plaza. Bajamos al doble de velocidad de lo que subimos. Salimos corriendo a comer pizza, obvio.
Hoy vamos a escuchar a Billy Joel junto a Bryan Adams frente al Coliseo. Para aquellos que dicen que no es un concierto muy interesante, les digo que es gratis y que es frente al Coliseo. A mi me viene bien.
Sigo en Roma, aunque por el grado de comentarios que este blog recibe ultimamente, a nadie le importa. Da igual, como diria George Louis Borges (que hubiese sido amigo si nos hubiesemos conocido)"Yo escribo para mi".
Hasta otra, amigos.