Monday, May 29, 2006

Contradicciones

Mucha intelectualidad, mucha intelectualidad, pero llega el mundial y no puedo pensar en otra cosa.
Soy el principal defensor del elitismo y opositor a las masas, pero juega la Selección argentina y solo quiero ser uno más de la multitud.
Mucha discusión sobre cine pero ver un partido de fútbol me emociona más que cualquier película.
Me la paso diciendo que Maradona es un gordo drogadicto, pero cuando habla me saca lágrimas.
Mucho guión existencialista y rebuscado, pero sueño con hacer una película sobre fútbol.
No paro de justificar social e ideológicamente mi rechazo por los brasileños, pero mi odio es puramente futbolístico.
Me quejo de que se use la palabra "pasión" para hablar de fútbol, pero no se me ocurre ninguna mejor.

Se acerca el mundial. Y siento una ansiedad y un nerviosismo que no sentía desde hacía mucho tiempo. Es una cosa inexplicable, ni las mujeres ni el arte ni los proyectos personales me generan tanto entusiasmo como la cita mundialista. Todos los días leo de punta a punta Olé, Marca y As, buscando noticias, no importa de qué Selección o País, no importa sobre qué.
Es normal, ¿No?
Todos soñamos alguna vez que metemos ese gol en el último minuto con la rodilla y frente al equipo que odiamos, ante millones de espectadores. Y si es por eso,
¿No es un mundial una excusa perfecta para soñar?

Sunday, May 28, 2006

Ginebra, himno a la

¿Dónde está el límte entre la acción y la intención? Quiero decir, ¿Pensar algo es una acción, intentar algo es una acción? Si callar puede tener tanto peso como hablar y hablar es una acción, ¿Estoy haciendo algo cuando callo? ¿Y cuando me imagino un plan de acción que después no cumplo? ¿Y cuando especulo? ¿Son acciones? Porque, después de todo, en este blog me la paso relatando intenciones y sueños y deseos que mis lectores (y aquí debo asumir la culpa) interpretan como acciones. Entonces, gran parte de mis lectores creen que mi vida es mucho más ajetreada o interesante de lo que es. Y yo soy, antes que nada, un gran desmitificador.

Domingo, 23:30 horas.

Hasta este momento, mi fin de semana consistió de una larga cadena de intenciones y hechos, todos mezclados, no siempre discernibles. Veamos algunos, en un orden no estrictamente cronológico.

El Jueves empecé a trabajar en DiBa, destival de cine digital de Barcelona. Mi trabajo consistió en sacar fotos a la gente con las más modernas cámaras Canon e imprimirlas en el momento para entragarlas. Me monté la camiseta de la empresa y salí a captar imágenes. Creí que conocería a toneladas de chicas que, atraídas por la camiseta y la cámara fálica, pelearían por felarme. Pues no, sólo conseguí un guiño de ojo de una chica guapa que tomaba a su novio de la mano y varias señoronas que posaron ante la cámara con mirada dudosamente intrigante.
El viernes se repitió el esquema. Trabajo de tres a once, ver alguna que otra película, sacar fotos de "carácter artístico": pochocolo desenfocado, la máquina de coca, las ruedas de las bicicletas, todo con una réflex de esas que jamás tendré en mi vida.
Por la noche, alcohol, alcohol, alcohol ("hemos venido a emborracharnos, el resultado nos da igual"). De bar coqueto a bar cutre, de mojito a cerveza, de porro en la calle a escondidas de la Guardia Urbana a caminata por Paseo de Gracia. La Yola, la Adri, el Carles, el David, Alfredo el portugués, unos muchachos que viven en Francia y yo. Rebotamos en todas las puertas, entramos en algunos garitos y terminamos de after por los pasillos del gótico, con la luz azul del amanecer y cerveza con gusto a lejía, como dice Mamá Yola. Mesas de pool, traficantes marroquíes y rubias de bote, humo de muerte y la extraña sensación de que la hora de dormir ya pasó hace rato.
Mensaje de Chiara, 3:53 a.m.: "Plaza del macba. xq tiene q recordarme esto a ti? Un besito, chiara."
Respuesta mía, 5:08 a.m: "Es inevitable que nos recordemos en ciertos lugares y circunstancias. Se llama cariño...y nostalgia."
El sábado, vuelta a comenzar. Fotos, fotos, fotos. Canon. DiBa. Actores famosos que yo no conozco.
Por la noche, concierto de los Stones cancelado (Richards, aflojá con la merca), entonces fiesta en la playa. Vilassar de Mar. El último tren, lo tomo con Andrea. Llegamos a la playa, nos vienen a buscar la Yola y la Adri. Vamos a la casa de María, que tiene una réplica de la Rana René (que aquí se llama Gustavo). No conocemos a nadie y bebemos, mucho. Me presentan a una argentina y los dos nos miramos como se miran dos vendedores de biblias que han coincidido en el mismo barrio y saben que deben competir. Me dice que es de Florida, yo de Olivos, nos reímos, pero nos deseamos lo peor.
Bebemos Lambrusco. Después vodka, después ginebra, después cerveza, después calimotxo, después... hasta el agua de los floreros. Terminamos del culo en la playa. Se meten al agua algunos de los invitados, pero nadie quiere ligarse con nadie, solo mirarse. Yo intento cachondear el ambiente pero no me dejan. Le tiro un poco los tejos a la argentina, pero está más cerrada que puerta de altillo. Claro, argentina... concha seca.
Le mando otro mensaje a Chiara, 3:31 a.m: "Lo triste es que nadie es lo que dice ser. Y yo me paso de auténtico y así me va. Me golpeo contra el mundo. Te quiero, nena, aún si no hay futuro. Muac."
Domingo, vuelta a empezar. Todo el día en un antiguo teatro, el Apolo, con luces rojas. Afuera hace un día espectacular, pero yo encerrado. Ya no saco fotos, me revelo (cuac). A mis jefes de Canon les da igual. Veo los cortos, uno peor que el otro. La juventud de cineastas está sinceramente desperdiciada. Me duelen los músculos, tengo calor, estoy harto y estoy insatisfecho. Si supiera tocar la guitarra, compondría un himno al inconformismo.
Aparece Camilla, la italiana, entra la multitud. Me ve, me saluda, me paralizo. Me vuelvo frío y calculador, me pongo en evidencia. Entonces me pongo paranoico y siento presión. Hay que actuar. Me mira la credencial, pone de cara de que está impresionada. Improviso un chiste: "Soy Guido a secas, sin apellido, ¿Viste? Igual que Madonna." Se ríe, pero me quedé sin material y vuelvo a la cara de culo. Cree que soy raro. Cree que soy un poquito tierno. Todo lo que no quiero que crea, lo cree. No cree ni que soy duro, ni que soy intrigante, ni que soy difícil de obtener ni que soy seductor. Me frustro y se lo explico a Andrea y a Cinta, pero una está demasiado conflictuada como para ayudarme y la otra no sabe cómo lidiar con mi descontento. Camilla se va y no me saluda.
Salgo de ahí, me fugo. Cierra el telón.

Suena que hice mucho, pero en realidad abundan mucho más las intenciones de acción que la acción concreta.
Entonces me lo pregunto. Cuánto hago y cuánto me gustaría hacer. Y cómo está la balanza.
El balance es negativo. Por eso estoy insatisfecho. Por eso me quejo.
Incluso ahora. Escribir es una acción.
Pero regodearse en la miseria es un derroche de palabras.
Y así estoy, amigos.

Tuesday, May 23, 2006

Escena robada a Wong Kar Wai

"Siempre fantaseo con que me den un beso tan apasionado que me haga sangrar los labios", dije yo.
Ella rió.
Pasó un mes, tal vez más.
En una noche de alcohol, lo intentó por enésima vez y lo logró.
"¡Me están sangrando los labios!", grité, feliz, y la miré.
Me acerqué a ella nuevamente, pero evitó el contacto.
"No sé, podrías tener algo", acotó fríamente.
"Desencanto", quise responder, pero me callé la boca.

Un encargo para cortar con el lamento

Mis entradas a este blog, al igual que mi vida, muestran últimamente una esquizofrenia alarmante, al igual que cierta dosis de lamento y queja constante. Reconozco que esto puede aburrir a quienes frecuentan este espacio virtual (y quiero creer que alguien lee mi blog periódicamente, lector que es a su vez testigo de mi vida y sus micromovimientos). Por lo tanto, voy a ceder a un pedido que me ha hecho una amiga desde la distancia. Su vida, como la de todos, es un caos. Pero a todos nos gusta ser voyeurs de los caos ajenos y evitar los propios. Les propongo ser testigos hoy de una ficción ajena. Cada vez que ella hace referencia a un nombre propio, será reemplazado por una letra mayúscula, pero el estilo literario lo dejaré intacto. Lo que aparezca entre corchetes es agregado mío, para aclarar o dar sentido a frases, pero no fue escrito por la autora.
Sean tan bondadosos de opinar. Quienes reconozcan el peculiar estilo de la autora (o alguna de las alusiones que hace) sabrán que decir. Y quienes nada sepan de cualquiera de estas cuestiones, también están invitados a brindar su reflexión. Hablar (y escribir) es gratis.

"X, mi amigo, mi único, amigo

Hoy domingo...si.
si que llego el expediente y siq ue no se qué hacer ni dónde ir.
Te quiero contar cosas para que seas parte de mi porque sino me olvido que me fui y me deprimo.
[Con] Z...pasó lo sabíamos. ¨cortamos una relación que nunca existió¨
[Con] W... Lo que vos sabías y yo no. Es bueno pero es muy tibio.
Estoy trabajando en ... [Título de película] que ahora se llama [Título de película] ¿ que te aprece?¨ y soy la new montajista, mucho glamour, basnte plata pero una rareza inexplicable. Obviamente, o no para mi (por que si encontrara tantas obviedades enmi vida me marchitaría) coqueteo con Y el productor.
Estoy en un estado muy muy tibio yo también. Como que hago miles de cosas por día pero no hay vida entre las noches que duermo. Quiero emocionarme y ya no me pasa ni al encontrarme con mi tan nombrado ¨ex novio¨, hasat eso intente, X, acostarme con mi ex.
No es de tristeza ni angustia lo que me pasa, sino que hay algo que no sucede ni acá ni allá.
Volver es lindo, divino. Lo que me gusta es ver lindas facciones y linda ropa el resto da igual. Es cierto que acá son lindos. Y muero . Adelgacé como tres kilos, quiero ser una lolita, quiero ser la mas linda del mundo y no puedo y entonces me aburro de todo. Quiero ir a la peluquería ala manicura y al telo y no hago nada de eso, no me se ni maquillar.
Y todo esto es después de volver...no no creo. Acá la gente te quiere. Y yo hago que te quieran mas construyo y agiganto tu personaje, sólo porque me viste las entrañas vos a mi X, me viste adentro de verdad. Y eso es para mi de verdad la belleza, por eso me depilo, porque es verdaderamente asqueroso depilarce. Te ven adentro. Y por eso te quiero y respeto. No sos la persona que mas respeto en el mundo ni la que mas quiero pero sos de mis mayores complíces, somos actores de la misma película y no está dirigida por Goda ni por wonka esta dirigida por disney o por Jordi Pujol.
Aguante el barza y vos.
Te adoro
y hace que la gente me quiera que yo vuelvo."

Que conste que X soy yo.
Y que no corregí ninguna confusión de letras o de puntuación. Eso también marca un estilo.
El resto... se los dejo a ustedes.

Sunday, May 21, 2006

++++++++++

Me da igual lo que digas.
Me da igual todo.
Chupáme la pija si querés y sino pegáte un tiro.
No me jodas.
Tiráte a las vías del tren.
O me tiro yo.
Mejor, me tiro yo.
Hacéte coger y que te duela.
Voy a mirar, no te pido permiso.
No te pregunté qué pensás.
No me digas, mejor hacéte coger.
O no, me da igual.
Metéte bien duro todos los libros del mundo en el orto y decí que sos culto.
Decíle a todas las chicas preciosas que querés romperles el culo como un animal, a ver qué opinan. Hacélo igual antes que digan lo que piensan. Hacéles mucho mal.
Rompé todo lo que puedas y hacé mucho mal. Que se acuerden.
Que te duelan los ojos y que te sangren los dedos. Rompéte uno a uno los cartílagos y quebrá intencionadamente tus huesos.
Sufrí como sufro yo, hijo de puta.
Te quiero ver sufrir y quiero que desees morir segundo a segundo.
Quiero verte morir con gusto, cansado de esta vida de tristeza y resignación.
Quiero que me digas cuánto odias la vida y cuánto deseás el fin de todos.
Quiero que seas como yo.
Quiero ver tu resentimiento y tu limitación.
Te quiero ver de rodillas, sabiendo que Jesucristo no juega ningún papel.
Quiero que olvides tu odio.
Quiero que sepas, igual que yo, que ya no vale la pena.
Matáte, hijo de puta.
Hacéte mierda, convertíte en moléculas.
No te quiero ni ver.
No me quiero ni ver.
Estoy harto de vos y de mí.
Cuando digo que me quiero morir, no es un decir.
Quiere decir que ya no puedo más.

Saturday, May 20, 2006

Cuando decimos "ahora", la palabra siempre llega mas tarde que el "ahora" verdadero

Ese jean gastado y roto que alguna vez fue nuevo ha perecido. Esos agujeros no tienen solución.
El jarrón que adornaba el costado superior de la chimenea se ha destrozado. Ese espacio estará ahora vacío.
El pez que nadaba en tu pecera ha muerto a causa de que no le cambiaste el agua. Comprar otro igual no repara su pérdida.
Esa chica que tanto quisiste ya no forma parte de tu vida. No intentes llamarla, solo lo vas a empeorar.
Esos quince años, en los que te emborrachaste semana a semana e hiciste grandes descubrimientos, se acabaron. No intentes repetirlos.

Se llama cambio y siempre duele.

Habrá un nuevo pantalón, tal vez uno de vestir, tal vez un traje, ya te acostumbrarás a él.
Tal vez un reloj o un artefacto chino de plástico llene ese espacio hueco sobre la chimenea, tus ojos se harán a la idea.
Tendrás un perro o un gato o un pez de otro color a quien quieras cuando estés solo.
Aparecerá otra chica, tal vez no tan guapa, tal vez más inteligente, aprenderás a quererla.
Tendrás otras edades y probablemente cada una guarde una delicia que las otras no tenían.

Pero el dolor del cambio no te lo quita nadie.

El peor castigo y la mayor bendición conviven en la memoria.

Friday, May 19, 2006

Bonjour, tristesse

"¡Juventud desperdiciada, sin ningún tipo de futuro ni posibilidades ni perspectivas. Somos una generación perdida..."
Cadmo de Catalunya

"... como todas las demás."
Valerio di Roma

Me preguntan muy frecuentemente qué planeo hacer de mi vida cuando se acabe el gran paréntesis que es Barcelona. Si haré un master y dónde, si me quedaré más tiempo en esta bella y ajetreada capital catalana, si volveré a Buenos Aires y trabajaré duro, ganando mi dinero y haciendo sudar a mi frente. Y yo les digo, de manera poco original...
No sé.
No sé ni qué va a pasar mañana.
No sé ni lo que va a pasar esta noche.
Y no como en esas películas independientes gringas donde el jovencito no sabe adónde va el futuro pero al final todo va a estar bien. No como en Salinger, que se es joven por el momento pero está bien, todo es experiencia y de ella se aprende.
Con un poco de angustia pero no demasiada, con algunas ideas pero ninguna demasiado clara, respondo con esa única verdad.
¿Qué tipo de simulacro es este, entonces, esta espera hasta ser algo? Curioso, sin dudas. No tiene nombre.
No es "la edad del pavo" o la "adolescencia tardía". Es algo en el medio, algo indefinido, algo sin límites precisos.
Es una época de la vida donde pasa mucho pero no pasa nada. Somos una generación (pero esta vez el problema es de la sociedad toda) que habla por teléfonos móviles, que se pasa horas unida al cordon umbilical del iPod, que pierde el tiempo en Internet y que se masturba más que ninguna otra generación anterior. Da igual, no nos juzgo, pero pocas veces valió tan poco la pena estar vivo. Y, sin embargo, como dice Valerio, este problema lo enfrentaron todos antes. Sólo que nosotros tenemos peores ideas, peores soluciones.
El amor es un invento cultural que sirve para tapar estas dudas. Y es, sin dudas, maravilloso, tanto como las drogas o el rock and roll. Estamos perdidos pero aún creemos en el amor, porque de algo hay que aferrarse. Dura más que el efecto del éxtasis (y, si lo pensamos mejor, el éxtasis es una variante del amor) y es menos destructivo que el rock and roll... pero no es de tan fácil consumo. No se puede comprar, no es de venta libre, no se sabe bien dónde está. Es la actividad humana que más exige creatividad (hay que inventarse un poco al otro para enamorarse), la que mayor tiempo consume y la más hermosamente improductiva. Es el remedio perfecto y por eso cotiza en bolsa.
Por eso, cuando el amor se muere, nos paramos frente al vacío más difícil de llenar.
Y si encima de ser conscientes de lo triste que es la vida moderna, nos damos cuenta de lo cerca que estuvimos de su solución y que se echó a perder... No hay Dios que nos salve.
¿Qué es este puto post, entonces? Igual que antes, no sé. Se trata de un poco de tristeza, un poco de dolor, un poco de esperanza y otro poco de cansancio. De encontrar un buen motivo para levantarse cada mañana.
Si somos una generación perdida y una juventud desperdiciada, ¿No sería mejor que lo fuésemos en grupo?
Porque a veces me siento un poco solo.
No sé, digo.
No sé.

Wednesday, May 17, 2006

Duda relevante

Cuando a Cinta le robaron su bolso con todo dentro en la Barceloneta, yo estaba a su lado.
Cuando Lila perdió su billetera en un bar del Gótico, yo estaba a su lado.
Cuando a Chiara le robaron su moto en las cercanías del Raval, yo estaba a su lado.
Cuando María perdió su cámara de fotos en un megaconcierto en el Forum, yo estaba a su lado.
Cuando Chiara perdió su bolso con todo dentro en Plaza Catalunya (déja vu), yo estaba su lado.
La pregunta clave es...
El problema, ¿No seré yo?

Tuesday, May 16, 2006

Martes, 1:20 A.M., Barcelona

Te mirás bien y te das cuenta de que estás desnudo, pero que nunca te sentiste más libre. Te preguntás cómo llegaste a estar así, escribiendo frenéticamente en una computadora y desnudo, pero en realidad sabés la respuesta. Hace unas escasas dos horas, estuviste frotando los restos apilados en el rincón de una bolsa de porro y lograste armar un porro más o menos decente. Te lo frumaste solo, para cubrir la noción de que era martes y saliste a la calle. Doblaste en esas calles en las que nunca doblas, caminaste por los empedrados que nunca pisaste. Pero nunca entrás, solo analizás. Mirás las vidrieras de los bares y los catalogás en tu memoria, pero seguis avanzando. Después de un recorrido más o menos rutinario, entras en un bar. Le Chatelet. Está dividido en dos y la parte que te gusta no tiene mesas libres, pero igual sos uno solo. Vagabundeas con tu cerveza y al final terminás en una mesa de cuatro, bebiendo tu birra fría. Vol Damm. Le escribís un mensaje a la persona de la ciudad que crees que más o menos puede entender la extrañeza de lo que te llevó hasta ahí. Andrea responde sobre el Tibidabo y habla sobre escribir en una libreta o darle cuerda a un reloj de pulsera para llamar la atención. Sonreís a la propuesta, pero no llevás ninguno de los dos. Terminás la segunda cerveza y, ya más o menos colocado, tenés la impresión de que todos hablan con acento porteño. Pero no... son catalanes, todos, aún si la rubia de la esquina que se da besos con el de la camiseta de Argentina (pista obvia, mal interpretada) también lo es. Es hora de irse. Salis del bar y pagás a las francesitas del bar por la birra. Sonríen. Caminás por las calles de un modo más o menos errático, pero en realidad estás ubicado y llegás en dos segundos a Travesera de Gracia. Estás cerca de casa. Dudas si intentar en un bar más, buscando un poco de fuera de planes, pero te tienta comer chocolate o simplemente te decis que no sos tan loco, que tenés un límite muy claro. Entrás en Oper Cor, abierto 24 horas, y te lleva media hora elegir las papas fritas, la coca-cola y el chocolate. Camino de salida, aparece Jakob, el golfista. Está sin su gorra, pero aún así mantiene la pose. Dudás si hacerte el distraído, pero al final lo saludás tibiamente. Te devuelve la tibieza, pero al instante te detiene, como si no te hubiese reconocido. Te cuenta que acaba de salir de ver esa película que vos mismo ibas a ver a la misma hora y en la misma sala que él fue. Reis de la coincidencia, pero a él no le parece tan improbable. Muestra desinterés y desgano hacia el film, lo cual te reconforta de no haber ido. Te presenta a dos amigas de él, también germámicas y las saludás con un beso, pero ambas te miran, del modo en que te miran las alemanas cuando les das un beso de bienvenida y asumen que es un indicio de que uno se las quiere encamar. Se van, hablás con Jakob, pero no decís su nombre, asumis que él no sabe el tuyo y mostrás orgullo. Finalmente, te palmea y dice: "Bueno, Guido, voy a buscar alcohol porque es la última noche de la pequeña, vuelve a Berlín, y vamos a beber vino a la playa." Dudás si sumarte o no, pero te detenés y sugeris tristemente que después de las doce no se vende alcohol. "Adios, Jakob, nos veremos", decís finalmente, de manera sinceramente cordial.
Comés las papas en medio de la calle, te da sed y abris la coca caliente. Bebés de a sorbos brutos, se te caen las llaves, las levantás y volcás la coca. Sos un caos ambulante, te tomás la poca coca que queda y subis abris la puerta del edificio. Llegás, comés y bebés a lo bruto y, finalmente, abris todas las ventanas, te has quitado toda la ropa y estás escribiendo frenéticamente frente a una computadora...

Sunday, May 14, 2006

Poder de sintesis (Girondo dice)

--------------------------------------------nod---------------------------------
-----------------------------------------sig----ein------------------------------
--------------------------------------rme---------ter---------------------------
------------------------------------eno-------------rog-------------------------
---------------------------------------------------aci--------------------------
--------------------------------------------------ónc----------------------------
-------------------------------------------------arg----------------------------
----------------------------------------------ado-------------------------------
--------------------------------------------deb---------------------------------
--------------------------------------------est----------------------------------
--------------------------------------------ial-----------------------------------
--------------------------------------------ero---------------------------------
--------------------------------------------tis-----------------------------------
--------------------------------------------mo----------------------------------
--------------------------------------------ym----------------------------------
--------------------------------------------ist-----------------------------------
--------------------------------------------er-----------------------------------
----------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------------io.----------------------------------

Cosas que el señor Martin me dice a las 7 A.M. de un domingo

"El amor es como una taza de porcelana.
Cuando se cae, se rompe en mil pedazos.
Uno puede pegar esos pedazos y
lograr que se parezca mucho a la taza original.
Pero siempre quedarán las gritas del pegamento
y, cuando vuelva a caerse,
volverá a romperse en los mismos lugares que antes."

(Palabras que una amiga profirió a David de Salamanca)

Saturday, May 13, 2006

El tornillo al que el napolitano dedicó su vida

Le tengo miedo a toda la belleza del mundo.
Tengo miedo por no poder procesar ni siquiera la intensidad de una gota de agua.
Por ser tan consciente de que todo se me escapa, se filtra entre los dedos.
En la imagen de una gata jugando con su cría en un terreno baldío está toda la verdad del universo.
Y aún así, se me escapa.
En cada palabra y en toda su polisemia uno puede hundirse para siempre. ¿Cómo se hace entonces para leer un libro? ¿Cómo puedo atravesar todas sus páginas sólo una vez y decir que lo he abarcado todo? Cada palabra es un libro, cada letra un laberinto complejo de posibilidades.
Ya no sé filmar, cada fotograma contiene miles de existencias paralelas. Cada imagen que tomo (o robo) puede ser variada en infinidad de maneras que aún ni siquiera he soñado. Creamos a partir de los géneros por el miedo de enfrentarnos a todo aquello que aún no hemos descubierto y probablemente nunca descubriremos.
Me desespera encontrar tanta belleza en una sola mujer y saber que no puedo digerirla toda pero que a la vez hay miles de millones de mujeres, que a su vez son universos propios igual de indigeribles. Y hombres, y niños, y bestias y paisajes...
A veces ruego que la muerte me venga a buscar. No puedo con tal profundidad, me hace recordar al vacío y al infinito. La belleza es como un pozo sin fin.
Me resigno a aceptar que lo real y tangible vale más que lo infinitamente posible.

Wednesday, May 10, 2006

Calle sin salida

Se acabó. No está terminado, pero a la vez se acabó.
No hay salida de todos modos. Pero yo no sabía que ella no sabía.
A los seis meses, se me acaba el viaje. Agosto es mi plazo de vuelta a Buenos Aires, adios Barcelona.
Yo lo sé esto, siempre lo supe. Pero ella no. Ella lo sabía en un comienzo, pero lo olvidó.
De una manera hermosa e ingenua y llena de fantasía, ella olvidó que yo me iba.
Y yo no. Yo no tengo fantasía.
En el momento en que le recordé que en Agosto partía, hice mucho más que recordar una fecha.
Puse en evidencia un desequilibrio.
Quebré todo un abanico de esperanzas y deseos, o, si se quiere de una manera más tradicional,
le rompí el corazón.
Yo me voy, ella se queda, las promesas son en vano.
Jugué con fósforos, quemé a otros y, en consecuencia, me quemé a mí mismo.
Que estas lágrimas me sirvan de castigo.

Tuesday, May 09, 2006

Polvos magicos

El gran dilema del blog es que uno nunca sabe si con él pierde el tiempo o si es otro modo de expresión literaria que todavía no ha sido debidamente valorado. Para mí, es una forma de formalizar ideas y de hacer un poco de aubiografía. Pero también es un modo muy elegante de no hacer trabajos de la universidad o de no enfrentarme a la siempre dura e impredecible cotidianeidad.
El otro gran dilema que uno tiene, al que ya hice alusión (y por ende no aburriré a mis lectores asiduos, que creo que son los únicos que tengo) es si lo que vale más es la vida o la escritura. Es incompatible que prevalezcan ambas, al menos no simultaneamente. Cuando uno vive intensamente, no hay tiempo para detenerse a escribir; cuando uno se encierra a escribir, rememora o inventa, pero la vida queda postergada. Y yo, sin embargo, aquí estoy, voraz por sentarme cada día a escribir en este blog, al cual no puedo parar de alimentar, a veces de a dos posteos por día...
El tema de hoy es el amor. Para ponerlo en pocas palabras. Y el sexo, que siempre vende. O, si se quiere, la dificultad que uno tiene para conjugar a ambos estados (uno es una sensación, el otro es una actividad, digamos) y el milagro que eso implica. Asumamos ahora que la mente masculina tiene a ambas cosas disociadas (y, por ende, estoy hablando otra vez de mí) y que anhela secretamente unir en un solo cuerpo a la figura de la MADRE y a la de la PUTA, arquetipos básicos de esos dos estados anímicos. Ya la realidad y nuestros prejuicios nos lo dificultan: uno quiere fornicar con la vedette (actualización de la puta) y quiere enamorarse de la modelo (vertiente usualmente juvenil de la madre). La modelo de lencería erótica o la vedette devenida modelo de Giordano son anomalías que no vienen al caso.
La base del problema (de mi problema) es que me "enamoro" (las comillas responden a que uno se enamora todos los días, pero se enamora verdaderamente una vez cada tanto o incluso nunca) de "madres" que lo son hasta tal extremo que no les gusta el sexo. O les gusta y le tienen miedo, o les gusta la idea pero no la práctica o jamás lo tuvieron. Lo cierto es que mantenemos una perfecta relación casta y pura del siglo XVI, pero nadie se conoce detrás de las vestimentas. Y el problema es múltiple: yo necesito, como casi todo el reino animal, intercambiar fluidos y, a la vez, las mujeres que elijo por tiempo prolongado no son más que exteriorizaciones perfectas de un ideal puritano. El Papa Benedicto critica al aborto y yo elijo chicas que no concretan, ambos acorde al visto bueno del Señor.
Entonces, ¿Qué pasa? Que me convierto en un obseso sexual. Pero un obseso que concreta poco. ¿Por qué? En primer lugar, porque el gusto por estas mujeres de poco interés sexual me lleva a montar un altar contra el vicio y la vulgaridad. Y el sexo es, ante todo, una actividad vulgar. Necesario, sí, pero un acto que involucra líquidos varios, sonidos guturales, intercambios oscuros y pérdida total de la conciencia (para los más afortunados, los frígidos van a otra categoría) no puede ser elegante jamás. Por lo tanto, me siento impulsado hacia las mujeres voluptuosas, pero cualquier exceso de sensualidad me produce rechazo. Ergo, se produce escasa concresión del coito.
Por otra parte, soy poco adepto a lo que suele llamarse infidelidad. Aclaro que no por razones religiosas o morales, sino por un exceso de consideración de mi parte. Soy incapaz de lidiar con el infortunio de una mujer interesada en mí y estoy absolutamente impedido para consolar el odio, desconseulo o reprimenda que vienen aparejados cuando las niñas se enteran de mis actos. Esto nunca me ha ocurrido (aunque acabo de decir que practico poco el arte de la trampa), pero la imagen de los rostros flotando detrás de mí me atormenta y me impide disfrutar plenamente de mi fechoría. En el fondo, soy un romántico en el más pleno sentido decimonónico.
El sexo es entonces uno de los grandes problemas de mi vida, junto con el prospecto del futuro y la caída del cabello. Pero no desespero, no estoy solo. No en vano la humanidad inunda sus emisiones televisivas de temáticas sexuales. Es sabido que el que mucho habla, poco hace (ver un posteo anterior en este mismo blog sobre el asunto); por lo tanto, gran parte del mundo fornica menos de lo que le gustaría (salvo los gays, de quienes admiro su stámina y apetito sexual).
Es evidente que el recurso de hacerse monje es cosa del pasado y que el psiconálisis es puro bla bla.
Como todo hombre suele decir en relación a las mujeres de carácter, "le hace falta un buen polvo". Joder si algún día pensé que usaría esa frase conmigo mismo.

Monday, May 08, 2006

Manias

Algunos me preguntan si soy un coleccionista. Yo digo que sí. Colecciono manías.
Junto monedas de uno y dos centavos, esperando llegar a un euro y poder comprar una lata de coca ante la mirada atónita de la mujer de la cafetería.
Entro a todas las catedrales, sin importar su tamaño o ubicación o estilo arquitectónico, miro los vitrales y me voy.
Acumulo papeles inútiles en enormes pilas que nunca desarmo ni dejo de alimentar con más información que no usaré.
Elijo piezas musicales y comparo diferentes versiones de la misma pieza - hoy tocó el Concierto de Brandemburgo número 3 en sol mayor, de Bach, versiones de Trevor Pinnock, Nikolaus Hanoncourt y Wendy Carlos -.
Me corto las uñas casi constantemente, aún cuando no han crecido lo suficiente.
Calculo las horas de sueño y siempre duermo números enteros de horas, siendo el seis mi preferido.
Leo y releo artículos, posteos de blog y trabajos que escribí en el pasado y los disfruto como si fueran de otro.
Cuento la cantidad de cafés que tomo por día y nunca dejo que sean más de tres.
Hago planes de todas las cosas que sé que no voy a hacer.
Imagino todas las líneas de seducción que nunca aplicaré hacia mujeres que sé que no existen.
Actúo y me visto cada día acorde a la película que vi el día anterior.
Cuento chismes que sé que no debería contar a la gente que sé que no debería enterarse.
Me recrimino más lo que no hice de lo que disfruto lo que sí llegué a hacer.
Escribo ideas en papeles que luego se juntan en el fondo de mi mochila (o van a parar a la pila antes mencionada de basura).
Saco libros de la biblioteca que luego leo a medias y devuelvo antes de terminar, interesado por otro libro.
Me muerdo los nudillos de las manos y me refriego las manos para eliminar la suciedad que a veces se acumula en las palmas.
Tengo la sensación constante de que mis dientes se están moviendo.

Y todo, ¿Por qué?

Ja, ja, ja.

Por qué.

Qué pregunta tan inútil.

Qué pregunta.

Soy el arquetipo del hombre moderno, mis secretos son mis credenciales de identidad.

Qué enorme tontería, el siglo XXI.

Sunday, May 07, 2006

Certezas (pocas, pero validas)

1) Odio a todos los brasileros, quiero que desaparezcan de la faz de la tierra. Le perdono la vida a escasos futbolistas (Ronaldinho) y sendos músicos (Caetano Veloso). El resto, a la hoguera.
2) Estoy cansado de enamorarme de mujeres a las que no les gusta el sexo. Es mi culpa, pero basta de reprimidas que dudan tanto a las hora de revolcarse en el barro.
3) Lo que seduce no es la imagen que construimos, sino la seguridad o confianza que dejamos entrever. No es ni la ropa ni el pelo ni la actitud de galán lo que gana, sino ese dejo de "hago lo que quiero, te guste o no te guste".
4) El que mucho habla, poco hace.
5) La ignorancia es una bendición, siempre que se practique individualmente. Cuando es masiva, se convierte en sinónimo de barbarismo.
6) Todos somos tejidos y fluídos caminando. Una vez que recordamos eso, nadie es tan atractivo.
7) Repetir mecánicamente nombres de músicos clásicos no te hace culto.
8) Las drogas no son dañinas, lo que hace mal a la gente es su poco respeto por lo sagrado. Drogarse es abrir paso a nuevas percepciones (repasemos a Tim Leary, joder), y no una mera forma de ligar con chicas.
9) Las mujeres que nos fascinaron en el pasado suelen dejarnos indiferentes o perplejos en el presente.
10) El alcohol es tan universal como la muerte. El más rico bebe brandy, el más pobre bebe aguardiente. Todos nos emborrachamos.

Saturday, May 06, 2006

Negro y azul (cronica de un niño solo)

Los días se pasan y uno pierde noción de qué día es.
Y la sensación persistente tiene que ver con la pregunta: ¿Qué mierda hago con mi tiempo?
No sé con qué parámetros juzgar mi vida. No sé si es apasionante o si está estancada.
Solo sé que siempre estoy solo. Con un ejército de llamadas perdidas, pero solo.
Hoy fui a ver carreras de aviones, en la playa. Había miles y miles de personas. No hablé con nadie.
Hoy solo hablé con el perro, pero no sé si me entiende. Y por teléfono, pero es otra historia.
Mi mano bronceada, a la luz tenue de mi habitación, parece la de un anciano centoamericano.
Tengo la sensación de estar envejeciendo décadas por minuto.
Mi profesor, calvo y retacón, rosa y jovial, me dice "No te compliques, no te compliques", mientras se coloca sus gafas de sol y tararea algo de Ligeti.
Pero yo me preocupo. Por la mañana desperdiciada, por el sabor de la naranja, por el futuro, por no haber paseado al perro y que me haya cagado la alfombra. Yo me preocupo por todo.
Y sigo sin saber bien qué significa todo esto, esta etapa, estos momentos. Y todos dicen "pero es maravilloso hacerse preguntas y tener dudas", pero yo no soy tan bueno para lidiar con la incertidumbre.
Yo no soy tan bueno para elegir, ni para traicionar, ni para mentir ni para esperar.
Simplemente no soy tan bueno.
Y ahora me voy solo, una vez más, a la noche, vestido para matar pero listo para morir.
Solo.
Como un caballero, pero también como un perro.

Wednesday, May 03, 2006

¿Por que?

¿Por qué será que nuestras antiguas novias nos olvidan o dejan de pensar en nosotros?
Yo me acuerdo de exactamente todas las mujeres con las que estuve en mi vida, aún las más insignificantes, o aquellas de las cuales me arrepiento, incluso con las que estuve sin tener ganas.
Entonces no puedo entender cómo algunas de las que considero importantes sigan sus vidas como si no supieran que uno existe. Es decir, cómo ellas recompusieron su vida amorosa y la mía sigue naufragando, entre islotes de promesas y puertos de fin de viaje.
¿Piensan en mí las chicas que me han olvidado?
¿Mencionan alguna vez mi nombre en una conversación pasajera ante los ojos de un extraño, en mitad de una anécdota o de un recuerdo perdido?
¿Suscito algún tipo de cariño, o nostalgia, o melancolía?
¿Estoy asociado a la idea de un pasado mejor, donde abundaba el entusiasmo y la fasinación por la vida?
¿Les preguntan por mí amigos íntimos, o familiares lejanos?
¿Soy parte de sus reflexiones existenciales o del recuento adornado que hacen de sus vidas?
Yo creo que no.
Y me da tristeza.
Porque yo sí lo hago con ellas.
Qué cruel que es con uno la memoria.

¿Subdesarrolado, yo?

Es gracioso cómo a veces vemos el mundo. El lugar que asumimos según nuestras actitudes, como si en realidad fuésemos tan diferentes.
Es gracioso como en la Argentina uno ve las columnas de opinión de los diarios, que no cesan de hablar qué terrible como ya no se respeta nada, de la falta de educación, de cómo la gente hace destrozos o roba sin consideración. Mientras la gente saqueaba tiendas por hambre, todos nos repetíamos en silencio que en el primer mundo eso no pasa.
Pero qué equivocados que estamos.
Hoy el Barcelona salió campeón por segunda vez consecutiva de la Liga Española de Fútbol y presencié los festejos. Jamás en mi historial como participante de eventos deportivos fui testigo de las barbaridades que vi hoy. Ni siquiera en Argentina, en Latinoamérica, donde no hay educación, dicen.
Estamos hablando de Barcelona, la ciudad más intelectual de España, parte del primer mundo.
Incendios en todas las esquinas, rodeados por vándalos que danzaban a su alrededor cantando "quémate, Madrid".
Gente subida a las casillas donde paran los buses, usando a las vallas como escaleras, desnudándose al llegar a la cima.
Semáforos enteramente destruidos y esparcidos por Plaza Catalunya, señales de tránsito bañadas en kerosene e incineradas.
Bicicletas quemadas y ventanales de locales destruidos.
Gente partiendo escaparates de una óptica y robando todos los anteojos en el interior.
La policía reprimiendo con balas de goma y gases.
Y todo por qué. Por un campeonato de fútbol, ni por ideología ni por hambre.
Me van a disculpar, pero jamás vi estos fenómenos sociales por un campeonato ganado en la Argentina. Peor aún, España es un país económicamente firme y, supuestamente, con un grado alto de educación.
¿De qué hablamos entonces cuando hablamos de subdesarrollo? ¿Por qué asumimos que es puramente económico?
Alguien que me explique.